Hartazgo de culebrones
Las series más seguidas de otros tiempos pierden la mitad de la audiencia
, La sobremesa de la primera cadena de Televisión Española es el último reducto de los culebrones. Allí están bien pertrechados porque ontribuyen al liderazgo de la cadena en esa franja horaria, pero sus tres millones de seguidores actuales están muy lejos de los 11 o 12 millones que llegaban a convocar en sus épocas de gloria. La media de espectadores que seguía los culebrones en 1991 era de 6,5 millones, pero a lo largo de los últimos cuatro años han perdido la mitad de la audiencia. Sin embargo, todo parece indicar que los culebrones van a permanecer en la sobremesa de la primera. Por lo menos, el director general de RTVE, Jordi García Candau, así se lo ha indicado a los miembros del Consejo de Administración, al explicarles cuáles van a ser las líneas de programación para este año. García Candau opina que los culebrones proporcionan a la cadena pública una "óptima relación coste/ beneficio".Según un análisis realizado por Mass Media -una central de compra de espacios publicitarios- han sido las amas de casa de menor nivel económico, y de mayor edad, las que han permanecido fieles a esté suspense interminable. La directora de dicha empresa, Carmen Montero, asegura que el cambio de hábitos ha beneficiado a las películas de la tarde, que actualmente compiten con los culebrones de TVE en Antena 3 o Tele 5. La audiencia de la sobremesa en estas dos cadenas privadas suele ser bastante estable: oscila entre 1,5 y 1,8 millones de espectadores.
Los culebrones que ahora mantiene en antena TVE superan claramente esos datos. El desprecio tuvo el pasado viernes 3,1 millones de espectadores; Corazón salvaje, que se emite a continuación, alcanzó 2,8 millones, y Marielena, que cierra el bloque de culebrones de la primera, fue seguida por 2,7 millones. A lo largo de esa semana no, variaron sensiblemente esos datos de audiencia.
Un portavoz de TVE asegura que los culebrones "contribuyen a consolidar nuestro bloque de sobrernesa". Esa programación se inicia con el concurso No te rías, que es peor (3 millones de espectadores); continúa con la primera edición del Telediario, en torno a los 4,5 millones de espectadores; y se cierra con los tan mentados culebrones.
No cabe duda de que este tipo de series conocieron épocas mejores. En 1991, los 187 episodios de Topacio, por ejemplo, se emitieron a las 21.00 en Tele 5, ocupando, por tanto, el horario de máxima audiencia. En octubre de ese mismo año, La dama de rosa, de TVE, reunía una media de 7,9 millones de seguidores, mientras que en 1993 Kassandra llegó a tener 4,1 millones de telespectadores.
Por otra parte, si se analizan los datos de Mass Media con respecto al total de la audiencia, y no sólo la de amas de casa a las que se supone las principales espectadoras potenciales de estos programas, resulta evidente que una gran parte de la audiencia se hartó de la moda de los culebrones en poco tiempo. Entre 1991 y 1992, este tipo de programas perdieron 1,5 millones de espectadores. Del 92 al, 93 sólo hubo una ligera caída, en tomo a los 300.000 espectadores; y desde 1994 la caída se ha acentuado.
Aunque también hay un culebrón de mínima audiencia en Antena 3 Televisión -por las mañanas-, está claro que sólo la cadena pública continúa apostando por el mantenimiento de este tipo de historias.
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