Un coche bomba siembra la muerte en el centro de Argel
"Había cuerpos que salían disparados como si fueran proyectiles: brazos, manos, piernas", aseguró un tendero del centro de Argel. Al menos 38 personas murieron y más de 250 resultaron heridas al chocar a primeras horas de la tarde de ayer un coche bomba contra un autobús ante la comisaría principal de la capital argelina. Este atentado, el más sangriento en los tres últimos años, fue obra de un presunto integrista suicida. "Creía que era un terremoto", dijo una secretaria mientras huía del lugar de la matanza. La calle fue rápidamente cortada. Llegar hasta el centro de Argel se convirtió en una verdadera carrera de obstáculos entre coches de la policía, bomberos y ambulancias. Mientras, la radio lanzaba llamamientos de socorro convocando a médicos y donantes de sangre a los hospitales más próximos.
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