El Oviedo apuesta por el coraje y la efectividad

El partido fue un termómetro del estado de gracia que vive el fútbol español. De dos equipos que hasta ahora han viajado permanentemente en el furgón de cola de la Liga no cabía esperar tanto fútbol. El Oviedo, que puso el marcador a su favor en su primer remate a gol, fue un ejemplo de efectividad y de coraje. A remolque de la iniciativa casi constante del Racing, el equipo de Antic hizo dos goles en inferioridad, por expulsión de Sietes, y jugó casi 25 minutos con dos hombres menos, tras una inconscienciade Prosinecki. El croata estropeó la confirmación de su retorno al mundo de los distinguidos. En el primer tiempo, aunque sin un ápice remate, el Racing ofreció un aspecto excelente. Fue dejando el partido a jirones después de fallar Setién el penalti que originó la expulsión de Sietes.

En el segundo tiempo el Oviedo hizo cosas grandes. Consciente de la falta de recursos de su rival para rentabilizar su dominio, salió de la trinchera y fabricó 20 minutos épicos, diseñados a mayor gloria de Oli. El joven delantero hizo tres goles y su actuación, con tintes estelares, sirvió para que toda la zaga racinguista -y por extensión el equipo- quedara en evidencia.

La mala clasificación del Oviedo se explica por su flojo rendimiento fuera de casa.