Según el color del cristal con que se mire
Defensa. Dos maneras distintas de entender a la defensa. Para el Betis lo importante era estar muy cerca de su área, allí redujo espacios. Realizó marcajes muy pegajosos. Formó dos líneas defensivas ante Jaro. Defendió al límite del reglamento, no cometió faltas peligrosas, pero sí conoce la manera de desequilibrar y agarrar sin ser aparatosos. Se encontraron tranquilos en faltas y córneres, pues disponen de jugadores que dominan el juego aéreo. Tan sólo en dos ocasiones se despistaron. Para el Real Madrid la defensa era estar lejos de Buyo. Buscaron que el rival recorriera mucho espacio cada vez que recuperó el balón. Consiguieron así tiempo para corregir posiciones. Intentaron provocar que el contrario no siguiera la línea más recta hacia la portería. Si era necesario paraban el juego en el centro del campo. El Real Madrid defendió atacando. Ataque. Dos modos de realizar el ataque. Para el Real Madrid lo importante es el control del balón y el ritmo del partido. La movilidad de los delanteros facilitó la labor a los centrocampistas.
Las bandas eran aprovechadas por jugadores con proyección ofensiva. En el centro de la de lantera disponían de Zamorano, además de Raúl, que ganaba la posición a los defensas con mucha facilidad. Ambos consiguieron que la defensa rival necesitara estar muy pendiente de ellos. Lo importante es que todos sus componentes tienen siempre in tención de llegar a la portería contraria. Para el Betis el ataque supone una explosión de velocidad. Realizaron un contragolpe casi infalible. El trabajo lo inicia ron los defensas recuperando el balón. El enlace lo hacen a través de Alexis, quien ordena y decide el camino del contragolpe. El Betis atacó defendiéndose.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.