Camino de la verdad

A pesar de mi escaso interés, tal vez por saturación por el asunto, no deja de asombrarme la algarabía organizada en tomo al mal llamado caso Barrionuevo. No acabo de comprender las razones que justifiquen las furibundas declaraciones hechas, en rueda de prensa y a petición propia, por el ex ministro de Interior a los medios de comunicación. Que yo sepa, este señor no ha sido acusado oficialmente de nada. Sólo existen declaraciones, durante la instrucción de un sumarlo, emitidas por dos personas sometidas a juicio en su día y encarceladas de las que se puede pensar aquello de "como te digo una cosa, te digo otra".Me parece imprudente, por tanto, la actitud del señor Barrionuevo, que, además, considero arriesgada, ya que puede hacer recordar a la ciudadanía el dicho, de "quien algo teme, algo debe". ¿Por qué ese desmesurado ataque al juez Garzón, que, hasta ahora, no ha dicho ni pio sobre él? Es un juez que cumple con su trabajo y lo que sea sonará.

Contrasta con ciertos comentarios de algunos medios de comunicación y algunos representantes políticos tocando a. rebato, "a campana herida", la actitud mesurada y prudente de los representantes de la justicia que han, opinado sobre esto, así como, en el Mismo sentido, la de otros políticos y otros medios de comunicación.

Opino que el señor Barrionuevo se ha hecho a sí mismo un flaco favor. No es conveniente perder los nervios y hay que saber esperar. La verdad, aunque sea con matices, sólo tiene un camino. Por lo general, claro.-