El Atlético recibe al Compostela cargado de problemas
Dos derrotas consecutivas, dos bajas de influencia, un puesto de promoción, un presidente al borde de la desesperación, unos jugadores nerviosos, una afición demasiado castigada... El Atlético regresa al Calderón con un puñado de problemas al hombro. Recibe al Compostela, un novato en la categoría, que camina por la Liga como si llevara en Primera toda la vida. Hasta ahora ha enseñado oficio, orden y descaro. Y una solidez defensiva que multiplica el carro de preocupaciones de los rojiblancos. En su currículo ya figura un empate en el Bernabéu, hazaña que ningún otro equipo ha escrito esta temporada.Pueden quejarse los madrileños de las lesiones de Toni (esguince de tobillo) y Kiko (un misterioso dolor en el pie). Pero pueden quejarse los gallegos también de la ausencia de su goleador Christensen, concentrado con la selección danesa. Ambos equipos, pues, aparecen con bajas de consideración. Alejandro y Valencia, que gozará así de una nueva oportunidad para superar el ultimátum que aún pesa sobre su persona, suplirán a los atléticos. Paco Llorente, el nuevo fichaje del Compostela, hará lo propio con el danés.
El Compostela no es el único conjunto que ha aprovechado la reapertura del mercado para reforzarse. El Atlético, en cambio, ha sido de los pocos que ha dejado escapar la ocasión. "Veo sumamente difícil la incorporación de algún jugador", dijo D'Alessandro, "aunque estamos trabajando para ello. No se puede hacer un dispendio absurdo. Hubo contactos con Milojevic (Mallorca), pero el asunto ya está parado".
En busca de paciencia
La situación por la que pasa el Atlético hace que, en realidad, sólo disponga de media hora para resolver la contienda. Todo hace indicar que si en ese espacio de tiempo no ha conseguido encarrilar el triunfo aparecerán los nervios, la precipitación y el caos. Es precisamente la escena que espera el Compostela para buscar la sorpresa. Jorge D'Alessandro, el entrenador rojiblanco, trabaja para que el pronóstico no se cumpla.
"Mi ideal es ganar siempre", dijo, "aunque sea en el minuto 85. Tengo que conseguir que el equipo sea paciente, que mantenga el orden aunque las cosas no le salgan. La desesperación siempre es mala consejera. Nuestra obligación es transmitir la tranquilidad suficiente para que eso nunca suceda".
El Atlético lleva dos derrotas consecutivas. Perdió en el Calderón ante el Racing (0- l), y en Sarriá ante el Español (2-0). Secuencias similares suelen avisar en este club de la proximidad de una intervención de Jesús Gil, su propietario. D'Alessandro, sin embargo, no se encuentra preocupado por esta circunstancia. "Ni se me ha pasado por la cabeza que personalmente me esté jugando algo. Pero, en cualquier caso, son cosas del fútbol".
