La policía difundirá la voz del segundo secuestrador de Anabel Segura

La policía difundirá la semana próxima la voz del segundo secuestrador de la estudiante madrileña Anabel Segura, de 23 años, que fue vista por última vez el 12 de abril de 1993, cuando corría por la urbanización La Moraleja. Esta iniciativa de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid amplía una anterior, de finales de noviembre pasado, en la que se puso a disposición pública un teléfono en el que se escuchan fragmentos de las 20 conversaciones sostenidas entre la familia y el supuesto cabecilla del secuestro -el más largo de la historia reciente de España- La nueva voz corresponde a un hombre de unos 25 a 30 años, que mantuvo tres contactos telefónicos con los parientes de Anabel. En una de estas llamadas, el delincuente leyó un comunicado, agresivo y amenazante. La cinta se podrá escuchar en el (900) 21 10 65 -gratuito y permanente-.La familia, que habló por última con los secuestradores en junio de 1993- espera que esta medida dé nuevos bríos a la investigación. Un impulso que se complementa con los 60 millones de pesetas de recompensa -puestos a partes iguales por los padres e interior- para quien aporte una pista. En este contexto, el portavoz de la familia, Rafael Escuredo, recordó que de las llamadas recibidas tras la difusión de la voz del cabecilla se han obtenido unas 25 que han merecido ser investigadas.

Con la próxima iniciativa, sin embargo, se pretenden evitar algunos errores cometidos con anterioridad. Así, Escuredo citó la, a su juicio, perniciosa identificación que se ha establecido entre el secuestrador y su perfil de delincuente. "Todo apunta a que los secuestradores llevan una vida normal, que tienen trabajo y un entorno familiar estable. De hecho, las llamadas se recibieron siempre en días laborables, nunca en fines de semana. Hay que acabar con el prejuicio de que se trata de delincuentes comunes", insistió Escuredo.

La familia ha recibido durante este tiempo el consejo de expertos policiales españoles y extranjeros, que han apuntalado su optimismo respecto a la resolución del caso. Estos investigadores les han asegurado que, a través de las voces, es posible reconocer a los secuestradores. Por ello, uno de los objetivos de la policía es conseguir la máxima difusión de las cintas. La familia maneja una encuesta que establece que cerca del 15% de los españoles ha oído las voces -a través de los medios de comunicación o por el teléfono- La meta es alcanzar el 30%.