La figura regresa al colegio
Josep Maria Margall da clases particulares de tiros libres al estadounidense del Joventut Howard Wright
Howard Wright se lleva los bártulos -el balón, la canasta y un espejo- y hace los deberes en casa. Cinco años después de haber debutado como profesional de la NBA en el Atlanta Hawks, el estadounidense del 7UP Joventut se ha apuntado a las clases particulares que imparte Josep Maria Margall, segundo entrenador del equipo badalonés desde que la pasada semana dimitió Pedro Martínez. La materia que estudia Wright de forma especial es la de tiros libres. Su discreta puntería desde la línea situada a 4,0 metros del aro ha ido de mal en peor. Wright, un pívot de 2,04 metros nacido en San Diego hace 25 años, ha fallado 70 de los 108 tiros libres que ha lanzado en la Liga ACB. Su porcentaje de acierto, del 35%, roza el ridículo si se compara con el de un jugador tipo de la ACB, que habitualmente promedia entre un 70% y un 73%. Al público de Badalona le duelen los ojos cuando ve que Wright es el encargado de ejecutarlos tiros libres, mientras que los rivales del Joventut tienen fácil la elección a la hora de decidir sobre qué jugador cometen falta personal.La suerte de Wright es que no podría tener mejor profesor. Margall se hizo famoso como jugador del Joventut durante 20 años en los que llegó a ser 187 veces internacional gracias a su infalible muñeca. Canasta en la que ponía el ojo, canasta en la que metía el balón. Algunos de sus ex compañeros recuerdan con admiración que después de algunos entrenamientos era capaz de ganar la apuesta que se terciara encestando sentado desde las primeras filas de la grada.
Wright es tan sólo un ejemplo más de los jugadores ya maduros, incluso en la cima de sus carreras profesionales, que pierden facultades en una faceta determinada del juego y, en su caso, en un detalle tan concreto y sencillo a simple vista como el de los tiros libres. Por ejemplo Dennis Rodman, una de las figuras de la NBA con el San Antonio Spurs, tiene un porcentaje de acierto del 52% en tiros libres, mientras que el del ex madridista Stanley Roberts, de Los Angeles Clippers es de un 40,9%, y no mucho mejor es el del montenegrino Zarko Páspalj, del Panathinaikos.Curva descendente
Los más preocupante en el caso de Wright es que su tanto por ciento de acierto ha ido decreciendo. En sus primeros años en Europa, en las filas del Turín y del Nancy, estuvo siempre por encima del 60%; en Villaba descendió al 55%, en Andorra se quedó en el 45% y ahora está en el 35%. ¿Cómo es posible semejante curva descendente? "Cuando no tienes una buena mecánica de tiro", explica Margall, "vas probando. Tiras en gancho, saltando, con un pie adelantado. No tienes una base y vas probando cosas hasta que llega un momento en que se te hace un lío en la cabeza".
Margall cuenta que lo más esperanzador es la actitud de Wright. "Es un currante de cuidado. Estoy seguro que se lleva el balón para practicar en casa", dice. Wright se lo toma con filosofía: "Estoy seguro de que mejoraré. Es imposible tirar peor de lo que lo estoy haciendo". Margall filma a los jugadores cuando lanzan. "Repasamos el vídeo, miramos sus defectos. Repasamos de nuevo el vídeo con los propios jugadores. Algunos ni se reconocen. No creen que puedan llegar a tirar tan mal. Les enseñamos una mecánica adecuada, la posición de los pies, cómo se coge la pelota de forma que la palma, de la mano no la toque, la separación de los hombros, la forma de subir el balón en línea recta y de estirar los brazos, y hacemos que repasen la lección
ante un espejo con los movimientos dibujados". Margall da una gran importancia a la cuestión psicológica, pero advierte que si el jugador tiene clara la mecánica del tiro libre, su mejora es automática. En ello está Wright.
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