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Salonen y Kinigadner dominan bajo la lluvia

La meteorología deslució el arranque de la primera etapa y los españoles no brillaron

Se inauguró ayer el cuadro de honor del Rally Granada-Dakar y la primera línea en el capítulo de líderes la ocuparon el finlandés Timo Salonen (Citroén) y el austríaco Heinz Kinigadner (KTM), vencedores en el primer tramo cronometrado de la carrera, disputado por los alrededores de la ciudad andaluza. Como se esperaba, la puesta en marcha de la competición no produjo grandes diferencias y los favoritos ocuparon las posiciones destacadas tanto en motos como en coches. La gran protagonista, sin embargo, fue la lluvia. Lo que se vivió en la ciudad andaluza no tuvo nada que ver con una carrera africana pues la lluvia y el barro trufaron el recorrido de obstáculos muy diferentes a los que aguardan a los aventureros del desierto. Fueron 170 kilómetros sin arena, sin polvo, sin navegación, pero complicados, con mucha agua y mucho fango. Pese a enfrentarse a un paisaje extravagante, los primeros triunfadores fueron los que anunciaban los pronósticos. Es decir, un auto Citroën y una moto KTM. El primero, con Salonen al volante, hizo realidad su prevista superioridad. La segunda, montada por Kinigadner, respondió a la etiqueta de máquina ligera y adecuada para un trazado lento y sinuoso y le permitió adelantar a 65 pilotos que le precedieron en la salida.

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La intensa presencia española del inicio del Dakar cumplió, sin más.

La organización pasó apuros por culpa de la meteorología adversa, que contrarió sus expectativas y restó público. Y tampoco los pilotos españoles ofrecieron resultados espléndidos.

El mejor clasificado fue Fernando Gil (KTM), precisamente el primero de los 247 participantes en tomar la salida.. Obtuvo el sexto tiempo, justo delante de Jordi Arcarons (Cagiva), que cedió siete minutos respecto al líder Kinigadner.

El piloto de Vic se vio penalizado por. el mayor peso de su moto, con motor de cuatro tiempos, aunque fue capaz de superar a la mayoría de los demás favoritos, entre ellos al italiano Edi Orioli (Cagiva), vencedor el año pasado, y a Carlos Mas (Cagiva). El gran beneficiado de la jornada fue, no obstante, el francés Stephane Peterhansel (Yamaha), que terminó segundo y aventajó claramente a todos sus rivales. Aunque, en definitiva, las diferencias fueron escasas teniendo en cuenta que quedan 10.000 kilómetros por recorrer.

En coches, el dominio de los Citroén no admitió oposición, sobre todo porque al número uno de Mitsubishi, Bruno Saby, le azotaron los problemas de neumáticos. Dos ex campeones del mundo de rallies, los fineses Timo Salonen y Ari Vatanen, dominadores del, pilotaje sobre barro, ocuparon los dos primeros lugares, con su compañero Pierre Lartigue detrás. Sólo el infortunio de Salvador Serviá rompió la hegemonía de Citroén. Mediada la prueba, el ]limpiaparabrisas de su coche se averió y se quedó prácticamente sin visibilidad. Siguió avanzando a trancas y barrancas. Llegó a la meta en séptima posición, con un retraso de 28 minutos respecto a Salonen.

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