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El juez aplica a Conde un intenso careo para esclarecer el pago de comisiones

El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón sometió ayer a Mario Conde a un intenso careo al poco tiempo de comenzar la declaración por la querella presentada contra él y varios ex directivos por su actuación al frente de Banesto. El ex presidente de la entidad se enfrentó al ex consejero Martín Rivas, también querellado, tras contradecir la versión de éste sobre el pago de 300 millones de pesetas (en dos partes iguales de 150 millones). Según Martín Rivas, el ex presidente le ordenó pagar esas cantidades, cuyos beneficiarios fueron presuntamente dos partidos políticos.Conde, tras las cinco horas iniciales de su primera comparecencia por el caso Banesto, se trasladó a comer a su casa, donde estuvo algo menos de una hora, para regresar a las 16.10 a la Audiencia. El ex banquero concluyó su declaración ante el juez a las 22.45 y regresó a su domicilio. Hoy seguirá declarando.

También fue llamado a la Audiencia Nacional Apolonio Paramio, un empleado del banco conocido como el hombre del maletín por haber sido la persona que se encargó de entregar los citados envíos de dinero.

El juez García-Castellón, que el pasado jueves envió a prisión al ex vicepresidente de Banesto y mano derecha de Conde, Arturo Romaní, también puso sobre la mesa durante el interrogatorio a Conde el pago de comisiones por parte del inversor Marc Rich en la compra de una urbanización en Alcudia (Mallorca) en las que intermedió el suegro de Conde, Alejandro Arroyo.

Páginas 47 y 48

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