Criticar al obispo Setién

Tómese entre las manos un documento pastoral del obispo Setién, colóquense ante los ojos unos filtros envenenados: aversión, escaso conocimiento del personaje y su obra, irreprimibles. ganas de ponerlo a parir. Encuéntrese, por fin, la idea motriz de la "falsa simetría". El resultado puede ser una columna como la que Santos Juliá publicó en EL PAÍS del domingo 4 de diciembre, a propósito de la última carta pastoral de José María Setién. Que el obispo es "un hombre de derecho más que de fe" sólo puede afirmarlo quien no lo conoce en su ingente trabajo pastoral y su aguante ante la adversidad, sólo posibles a base de muy honda fe. Que Setién se coloca en "un terreno neutro desde el que pueda predicar a unos y otros con idéntica autoridades desconocer las exigencias del Evangelio, que es todo menos neutro."Sus afinidades profundas le traicionan... Al atentado de ETA no le asigna víctimas, no las menciona, no existen: es, por así decir, un atentado. abstracto". Se ha lucido Juliá. Cada persona muerta por ETA en la diócesis de José María Setién ha sido citada expresamente por él, con nombre y apellidos, en la nota episcopal correspondiente, y a los familiares del fallecido nunca les ha faltado la condolencia del obispo.

Lo del "miramiento a ETA" es la acusación que, en el fondo, quiere hacer al obispo. Pues que lo demuestre con hechos. A ver si es capaz de encontrar condenas de ETA más fuertes que las hechas por Setién. No las hay.

Remito, a quien desee conocer la verdad, a la impresionante cantidad de documentos escritos por el obispo de San Sebastián a lo largo de su ejercicio episcopal. Están publicados y a disposición de todos.

La crítica que Santos Juliá hace de nuestro obispo con motivo de la carta pastoral de Adviento-Navidad sólo es posible teclearla desde una mezcla de ignorancia y fobia hacia el personaje.-