El juez considera que Piqué Vidal conocía las operaciones de Fiter y De la Rosa

El auto de prisión incondicional contra Ramón Fiter, dictado por el juez Joaquín AgUirre, encargado del caso De la Rosa, insinúa que el abogado Joan Piqué VidaL -defensor del financiero- conocía la situación de las sociedades controladas por Fiter: Urbas y Fitinvest. El magistrado Joaquín Aguirre sostiene que la cesión de 2.500 millones de pesetas de Grand TIbidabo a las empresas Urbas y FItinvest fue un artImaña urdida entre Javier de la Rosa y Ramón Fiter con la intención de beneficiar a este último.

El auto dice textualmente: "Otro dato que permitía saber a los gestores de Grand Tibidabo la exacta situación de Urbas era que Juan Piqué Vidal ostentaba simultáneamente la condición de consejero de Grand Tibidabo y de Urbas", lo cual permitía a aquélla conocer en cada momento la concreta situación económica de ésta.El auto de prisión dictado contra Ramón Fiter analiza con detalle un préstamo concedido por Grand Tibadabo a las sociedades Urbas y Fitinvest, las dos en manos de Fiter.

Préstamo sin garantía

En referencia al préstamo, el juez afirma que no se pactó ninguna garantía real de su devolución. En principio, Fiter entregó pagarés de Urbas y Fitinvest como supuesta contrapartida. Posteriormente esos pagarés fueron canjeados por otros de la empresa Corporación Alimentaria. Ibérica (CAI), controlada por el propio Fiter al poseer el 24,8% de sus acciones. Poco después del canje, prosigue el auto de prisión, se declaró la quiebra judicial de CAI por la grave situación económica que sufría. En consecuencia, Grand Tibidabo no recuperó los 2.500 millones que prestó.

El juez afirma que Grand Tibidabo disponía de todos los datos suficientes que hacían desaconsejable el canje de los pagarés de Urbas y Fitinvest por los de CAI atendiendo a la situación financiera de las tres sociedades. Para el juez la situación de Urbas y Fitinvest era claramente mejor que la de CAI, como atestiguan las auditorías de los últimos años.

El magistrado se refiere a determinados hechos para poner de relieve lo desaconsejable del canje de los pagarés. Como, por ejemplo, que pocos días después del citado canje, la sociedad Urbas obtuvo 5.800 millones de pesetas por la venta de unos aparcamientos a La Caixa y que, en consecuencia, Grand Tibidabo hubiera podido cobrar la deuda, si no hubiera canjeado los pagarés por los de CAI, "una sociedad a todas luces ruinosa", según describe.

Favorecer a Fiter

Así, el juez afirma que la operación no fue la de unos buenos comerciantes, sino que se trató de unas actuaciones torticeras que produjeron la descapitalización de Grand Tibidabo. El magistrado considera que la transacción tenía el objetivo de favorecer a Fiter. A este empresario le achaca también un delito de falsedad en documento mercantil, le ha impuesto una fianza de 3.600 millones por responsabilidad civil al aportar Unos pagarés de CAI que no habían sido emitidos todavía.

Por otra parte, ayer quedó en libertad Albert Freixa, administrador de la sociedad Aciesa que supuestamente cobró comisiones desde Grand Tibidabo. Freixa declaró como inculpado al hallarse su firma en unos documentos descubiertos en un registro practicado el pasado jueves en un antiguo despacho de una sesor de De la Rosa.