El metal de UGT no apoyará la gestión del sindicato

La federación del metal de UGT dejó ayer claro que su líder, Manuel Fernández Lito, sigue aglutinando al sector crítico del sindicato. En el comité confederal del lunes y martes próximos no apoyará la gestión de la dirección de UGT: se abstendrá o votará no, según se desarrollen los debates. Su voto será negativo si la ejecutiva que dirige Cándido Méndez no permite la entrada a los delegados de la federación de funcionarios (la FSP). Además, dirigirá duras críticas a algunos miembros de la dirección, con responsabilidades tan importantes como acción sindical, organización y finanzas.Una postura similar será defendida por las federaciones que apoyaron a Lito en el congreso de abril como candidato alternativo a Méndez -Construcción, Cataluña, Servicios, Asturias y Cantabria- "Por el momento" no irán más lejos ni encabezarán "un movimiento de acoso y derribo para tumbar a la ejecutiva", según palabras de Lito.

Es decir, se trata de un primer toque de atención a la dirección del sindicato, que quedará también de manifiesto en las críticas que se harán a algunos miembros del equipo de Méndez.

El metal piensa trasladar al comité confederal las conclusiones del debate que la federación ha mantenido ayer y anteayer en su comité federal. Sus principales discrepancias con la política de la dirección son: apatía en las elecciones sindicales, intervención en la FSP, el tratamiento dado a la crisis de IGS-PSV, creación de la fundación unitaria UGT-CC OO y escasa contundencia en pedir al Gobierno que abra una negociación sobre política industrial.

Esas críticas vertidas en la reunión del metal y que se repetirán en el comité afectan a los secretarios confederales de acción sindical, José Luis Daza; organización, Alberto Pérez; finanzas, Sebastián Reyna; y formación, Luciano González. Algunos son dirigentes que pertenecían al equipo de Nicolás Redondo -Pérez y Reyna- y otros entraron en la ejecutiva por una alianza improvisada de sus federaciones con Méndez -Daza-.

Lito recordaba ayer que en el congreso de abril ya anunciaron que esa ejecutiva no tenía cohesión y que nacía dividida. "Eso trae como consecuencia", dijo, "que no se esté trabajando en las resoluciones del congreso, porque el tiempo se dedica a otras cuestiones". El dirigente del metal aseguró que, pese a los rumores, no pedirá "ninguna cabeza", aunque está convencido de que no deberían permanecer en la dirección algunos miembros que se negó a concretar.

La situación que atraviesa UGT, en su opinión, necesita "un equipo más homogéneo", pero Lito no quiso precisar sus propuestas y cuando lo haga irá "a por todas". "No me vuelvo a tirar del avión sin paracaídas", dijo, en alusión a su experiencia del congreso de abril, que perdió tras fallarle el apoyo de federaciones que se habían comprometido con él y finalmente apoyaron a Méndez.

En cuanto a la crisis de la FSP, el metal cree que la dirección no puede atentar contra la autonomía de la federación imponiéndole que elija sus delegados en un congreso, y no en un comité federal, como han hecho. Si no se deja participar en el comité del lunes a la FSP, los 13 representantes del metal votarán no a la gestión de la ejecutiva.

La postura crítica de la federación metalúrgica y de otras organizaciones hace prever un comité confederal conflictivo. Se trata de la primera reunión en la que se analiza la gestión del equipo de Méndez desde el congreso de abril, cuando tomó el relevo de Nicolás Redondo.