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El portavoz del Valencia propone que dos brujos arreglen el equipo

Que el Valencia no gane desde el pasado 29 de octubre tiene un responsable intangible: el gafe. Así lo cree José Gascó, portavoz y consejero del club valencianista, que el pasado lunes propuso a algunos de sus compañeros del Consejo de Administración que se combatiera al maleficio que pesa sobre el equipo. Medio en serio medio en broma, Gascó, que se define como católico, dejó caer que habría que hacer algo. En realidad, él ya lo había hecho por su cuenta. Tras el partido del pasado sábado Athletic-Valencia (1-2), Gascó encargó a un matrimonio valenciano que acabara con el maleficio. Los brujos, amigos del consejero, actuaron de inmediato: día y medio de meditación trascendental que destilaba energía positiva hacia el Valencia. "Pero somos mucha más gente la que estamos haciendo un esfuerzo. Lanzamos buenas vibraciones para acabar con este ambiente lúgrube que invade al club", explica Gascó. Los efectos se esperan para el próximo miércoles, en el Valencia-Sporting.

Con una gran plantilla y un técnico campeón del mundo, los malos resultados no encajan en los cálculos del consejero. "Ya me avisaron de que tendríamos lesionados hace un par de meses", asegura Gascó. "Y una cosa está clara: aquí, en el Valencia está pasando algo. Sin ir más lejos, el pasado sábado en Bilbao: dos goles de ellos en fuera de juego, las ocasiones de Penev.... No descarto que alguien haya hecho un trabajito, que es como se llaman a estas cosas".

Para Gascó, se trata de un problema de vibraciones. Las partículas negativas circulan con total impunidad por el vestuario valencianista, y ahí existe un propagador implacable de vibraciones: los medios de comunicación.

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