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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Tribus urbanas y hordas paramilitares

Estaba yo celebrando mi cumpleaños en compañía de mi compañera, mi hermana y dos de mis hijos cuando, al salir, de un local de música latinoamericana, observé que un hombre con uniforme (¿paramilitar?) se dirigía en dirección a mis hijos en compañía de otros cuatro o cinco más con similares uniformes, y subiéndose las bragas (militares). Me dirigí a ellos, pudiendo comprobar que les estaban pidiendo la documentación. Tras lo cual me identifiqué como padre de ellos, y les dije que me acompañaban, acreditando mi identificación como ciudadano español y trabajador de un medio de comunicación, obteniendo como respuesta que la identificación como trabajador me la "comiera", que sacara todo lo que tuviera en los bolsillos y me tirara al suelo. Después me cachearon, ignorando desde ese momento a mis hijos.Tras esto, les pedí alguna identificación, a lo que me respondieron que un individuo que estaba observando de lejos los hechos era el responsable (cabecilla) del grupo, pudiendo comprobar que el resto (otros cinco individuos) se dirigía a nosotros con1a porra en la mano y oscuras intenciones. Teniendo por nuestra integridad física, nos dirigimos hacia el lugar en el que estaba el responsable (cabecilla).

Había otro grupo de personas, a quienes pregunté quién era el responsable. Me respondió uno que era él, e invitándonos a pasar a un local (carecía de cualquier tipo de inscripción), con el fin de hablar del problema, nos argumentó que lo hacían para controlar a las tribus urbanas, inmigrantes y gitanos, y que estos individuos en cuestión eran policías, porque así lo ponía en un cartelito que portaban en el pecho. Pero no lo creímos, porque en tal caso estarían para protegernos y no para humillamos de tal forma, sin escuchar nuestras quejas al respecto por el trato recibido.

Queremos denunciar el atropello recibido continuamente por esta tribu urbana en concreto, que no se identifica a requerimiento de cualquier ciudadano, actuando en el más prepotente de los anonimatos, con el fin de dificultar su reconocimiento para posibles reclamaciones posteriores al trato recibido, llamar la atención de algún responsable policial para velar por la seguridad de todo ciudadano, ya sea español, inmigrante, gitano o de cualquier raza y creencia, tanto políticas como religiosas, según dice la Constitución Española, título 1, capítulo 2º, artículo 14, Igualdad ante la ley, además de enterrar las miserias (represiones) del fascismo.-

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