El presidente de Chechenia amenaza con fusilar a más de 70 prisioneros rusos
El presidente de Chechenia, Dzhojar Dudáyev, ha puesto en una delicada situación a las autoridades rusas: o Moscú reconoce la existencia de decenas de rusos hechos prisioneros después del fracasado asalto de las fuerzas opositoras a Grozni, la capital de la rebelde república norcaucásica, o serán fusilados.Si Rusia reconoce la existencia de prisioneros -que, según las autoridades chechenas, son cerca de 70-, entonces Dudáyev los tratará como prisioneros de guerra. Más aún, en este caso, el rebelde general -que en 1991 proclamó unilateralmente la independencia de Chechenia, hasta entonces miembro de la Federación Rusa- estaría dispuesto a dejar libres a los rusos como gesto de buena voluntad que hiciera posible entrar en negociaciones directas con Moscú. De lo contrario, sostiene Dudáyev, "serán juzgados". "No levantaré un dedo para detener este proceso. Y para los mercenarios puede haber sólo una sentencia", agregó, dando a entender que serían fusilados.
Las autoridades chechenas piensan mostrar a los prisioneros en la plaza central de Grozni. "Es necesario, ya que incluso muchos chechenos no creen que las tropas rusas participaron realmente en el ataque", explicó ayer Aslán Masjádov, jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de la república secesionista.Mentís ruso
Rusia siempre ha negado una participación directa en los ataques armados contra el régimen de Dudáyev, pero abiertamente ha dado su apoyo político y financiero al Consejo Provisional, organización que reúne a los más importantes grupos que luchan por derrocar al rebelde general. Al mismo tiempo, está claro que el Consejo Provisional no pudo haber adquirido los helicópteros y tanques que usó en el ataque del pasado fin de semana sin, por lo menos, la colaboración de Moscú.
El ministro de Defensa ruso, Pável Grachov, insistió ayer en que su Ejército no participa en la lucha armada contra Dudáyev. Si lo hiciera, nunca hubiera permitido que los tanques entraran en la ciudad, pues, dijo, que eso es "una gran tontería". Además, aseguró el ministro, "con un regimiento de paracaidistas se podría resolver el problema en el curso de dos horas". Sobre los rusos hechos prisioneros, Gráchov piensa que se trata de mercenarios.
Sin embargo, varios diputados progresistas rusos están preocupados por la intervención de Moscú en Chechenia. Vladímir Lisenko, líder del Partido Republicano, exigió en nombre de su organización "el inmediato cese de la participación de Rusia en el conflicto armado". Y Anatoli Shabad, del grupo reformista Opción de Rusia, dijo tener información de que la mayoría de los prisioneros son oficiales y soldados de una división que fue enviada urgentemente a Mozdok, ciudad osetia cercana a la frontera chechena.
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