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El alcalde de Brunete no convoca plenos porque los pierde

Vicente González Olaya

El alcalde de Brunete (3.000 habitantes), Aquilino González, del PP, ha encontrado un método infalible para ganar siempre: no piensa convocar más plenos hasta las próximas elecciones municipales, en mayo de 1995.Desde el pasado mes de abril, el Ayuntamiento no reúne a los concejales en el salón de plenos para debatir, los problemas del municipio. "Para qué, si no puedo ganar ninguna votación", explica González que gobierna en minoría y con una moción de censura pendiente.

A principios de año, la oposición (siete concejales de IU, PSOE e independientes) interpuso una moción de censura contra el regidor. González la evitó no convocando el pleno extraordinario donde debatirla. Tras las protestas y denuncias de los ediles, el alcalde accedió finalmente a convocar una sesión en abril, pero sólo de carácter ordinario. El regidor eligió el Sábado Santo, día que se habían tomado los ediles de la oposición como festivo, como el idóneo para el debate. Sólo pudo asistir jadeante un concejal de IU, que se enteró de la convocatoria un cuarto de hora antes, según la oposición.

"Yo sabía, de oídas, que los concejales estaban de vacaciones pero no tenía constancia escrita de ello. Por eso, me pareció un buen día para convocar el pleno. Los concejales no tienen derecho. a abandonar su trabajo municipal sin indicármelo antes. Si lo hacen, que se atengan a las consecuencias. Mi actuación fue completamente legal", mantiene.

Sin quejas

Desde entonces, el regidor no convoca ningún pleno. "He delegado todas mis competencias en una comisión de gobierno formada por mis concejales. Allí debatimos y aprobamos todo lo necesario para que el pueblo funcione. También tenemos nuestras disputas internas".Aquilino González ha eliminado también las comisiones informativas municipales en las que participan los ediles de la oposición. "Así no hay quejas", afirma.

Preguntado sobre si su actitud puede ser calificada de democrática, el regidor responde: "Yo soy un gran demócrata. De hecho, he ganado las últimas elecciones y el pueblo me aprecia. Los antidemocráticos son los de la oposición que intentan expulsarme del Ayuntamiento cuando el pueblo me ha votado por mayoría [el PP obtuvo el 36% de los votos, la oposición municipal el 62,7%]".

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El alcalde ahora anuncia que no convocará nunca más plenos hasta 1995. "No tiene sentido hacerlo porque nunca se aceptan mis propuestas. Puedo gobernar perfectamente con mi comisión de gobierno. Lo único que tengo vetado es aprobar los presupuestos municipales, pero ya lo haré cuando gane en las próximas elecciones. Si alguien no está de acuerdo, que me lleve a los tribunales. Los jueces decidirán si tengo o no la razón", termina.

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Sobre la firma

Vicente González Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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