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Entrevista:

"El nivel del yudo está avanzando muy deprisa en Madrid"

Acaban de concederle uno de los Premios Siete Estrellas que otorga la Comunidad de Madrid. Un galardón que pone la guinda a su título de campeona del mundo de yudo en la categoría júnior, conseguido en El Cairo. Sin embargo, una lesión de rodilla, entre otras razones, no le ha permitido traerse ninguna medalla de la competición europea celebrada en Lisboa posteriormente. Quedó en séptimo lugar. De todos modos, Úrsula Martín Oñáte, de 18 años, siempre ha sido la "imbatible" a ojos de familiares, amigos y círculos deportivos, desde que a partir de los seis años se aferrase al título de campeona de España en infantiles, renovándolo en cada competición y repitiendo idéntico éxito en la categoría de cadete. Esta estudiante de COU, vecina de Móstoles (199.000 habitantes), tiene dos asignaturas pendientes que le ponen algo nerviosa: Atlanta 96 y la operación de rodilla, que ya no puede retrasar por más tiempo.

Pregunta. ¿Cuál de las dos circunstancias le preocupa más?

Respuesta. Son nervios diferentes, además una cosa condiciona la otra: la operación, aunque fácil por ser de ligamentos, me obligará a llevar escayola y muletas durante meses, y ese tiempo lo necesito, porque los resultados del año 1995 son los que cuentan para ir a Atlanta.

P. ¿Cómo fue el campeonato del mundo?

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R. Fue duro, aunque no perdí ningún combate. Después de realizar ese enorme esfuerzo me encontré con una final especialmente angustiosa, porque mi rival, una rusa, era imposible de derribar. Fueron los cuatro minutos peores de mi vida.

P. Al subir al podio todo fue diferente, ¿no?

R. Ya lo creo, fue increíble. Ahora sé lo que sienten los deportistas españoles cuando reciben la medalla de oro y escuchan el himno nacional mientras que izan nuestra bandera; realmente emocionante.

P. ¿Cómo está el nivel de yudocas españoles?

R. Bastante igualado, aunque y creo que Madrid -y España en general- está avanzando muy deprisa. Será porque cada vez más gente se anima a practicar este deporte y existe una buena cantera.

P. ¿Y por sexos?

R. Ahí las chicas hemos sacado siempre mejores resultados internacionales que nuestros compañeros. No sé la razón, pero ahí está la evidencia.

P. ¿Es cuestión de mala leche?

R. Más que de mala leche, de amor propio. Yo tengo mucho cuando me enfrento a mis rivales y a veces pienso yo a ésta me la como, en el sentido deportivo de la palabra.

P. ¿Ha utilizado el yudo alguna vez para defenderse de gamberros?

R. No, lo del yudo se queda sólo para competir, que es lo que más me gusta. Además, yo soy muy pacífica.

P. ¿Por quién se dejó influir a los seis años para dedicarse al yudo?

R. Por mi hermana mayor, que ahora tiene 20 años, es tercera de España en senior y siempre ha sido medallista. Cuando la veía competir, deseaba tener la edad para hacer lo mismo.

P. ¿Piensa dedicar su futuro a este deporte y a la competición?

R. No podría, porque del yudo no sé come. Competiré siempre que pueda o que me dejen, pero también me gustaría seguir estudiando y hacer veterinaria.

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