Renuncia y conformidad de UGT con Sotos

Carlos Sotos, el único inculpado de PSV ahora en prisión, dejó oficialmente IGS el 7 de septiembre de 1993. El secretario de finanzas de UGT, Sebastián Reyna, afirma que su salida supuso la cesión "gratuita" a UGT del 53% de las acciones que Sotos tenía en IGS, la dimisión de todos sus cargos en IGS y en PSV y, a cambio, la firma por parte de UGT de un documento, con fecha de 5 de octubre, en el que el sindicato le "exonera" y "renuncia expresamente a cualquier acción de responsabilidad contra los antiguos administradores de la sociedad". El documento especifica que los exonerados son Carlos Sotos, Paulino Barrabés, Francisco Hernández y Fermín Bretón. En este documento, que hizo ayer público Cinco Días, UGT "otorga su plena conformidad a la gestión realizada". Además, "se obliga a prestar todo su apoyo a los mencionados señores" en caso de que alguien presente acciones, judiciales contra ellos. Carlos Sotos presentó este documento el miércoles en su declaración ante el juez Miguel Moreiras como prueba del respaldo dé UGT a su gestión. Sebastián Reyna, mientras, asegura que el blindaje que el sindicato ofreció a Sotos es "normal" y una "contraprestación lógica" a su rápida salida de la sociedad. Añade que, "ni entonces ni ahora", UGT tenía "constancia de ninguna actuación irregular", sino sólo de una "malísima gestión". Reyna añade que el sindicato no cree haber incumplido este acuerdo.