El "comando Vizcaya" de ETA tenía información para atentar contra policías, militares y políticos
El comando Vizcaya de ETA tenía abundante información para cometer atentados sin freno. Entre sus más de 300 objetivos figuraban ertzainas, militares, policías y guardias civiles, según confirmó ayer el consejero de Interior, Juan María Atutxa. Los liberados (a sueldo) del grupo terrorista habían recabado también información sobre políticos, añadió el máximo responsable de la Ertzaintza, José Manuel Martiarena. La policía considera que los etarras habían intentado usar "en varías ocasiones" sin éxito, el coche con 50 kilos de explosivo hallado el sábado en la lonja donde almacenaban las bombas.
La Ertzairitza localizó ayer un día después de descubrir el cuartel general y el almacén de explosivos del comando, en el barrio bilbaíno de Begoña, el piso de seguridad que albergó a los activistas del Vizcaya tras asesinar al sargento mayor de la policía vasca Joseba Goikoetxea, hace ahora un año.Atutxa aseguró en su comparecencia ante los informadores que la desarticulación del grupo que dirigía José Luis Martín Carmona, Koldo, y la caída del presunto jefe militar de ETA, Alberto López de la Calle, Mobutu, ha colocado a la banda ETA y a todo su entorno político en el "peor momento" de sus historia. Atutxa reiteró que, además de la asfixia económica que atraviesa ETA, está la pérdida de buena parte de su infraestructura, la cada vez peor cualificación de sus dirigentes y el reproche social ante la violencia.
Pero la policía no oculta su sorpresa ante la "capacidad de traba o" que había desarrollado este comando en poco más de un año. Martiarena aseguró que el grupo tenía previsto atentados inmediatos y que en total había "más de 300 objetivos estudiados". La información que poseían los terroristas era variada e iba desde la investigación más primaria hasta informaciones más detalladas, con seguimientos posibles víctimas. Martiarena aseguró que entre la documentación incautada se encontraron recortes de periódicos y listas de guardias civiles, militares, ertzaias, policías e información sobre políticos, aunque evitó dar más detalles.
Más de 30 colaboradores
La policía considera desarticulado el comando de liberados del Vizcaya y asegura disponer de información sobre una "parte sustancial" de su red de apoyo, cifrada en más de 30 laguntzailes (colaboradores). A los cuatro indentificados el sábado hay que sumar la persona que alquiló el piso de seguridad de Begoña, Arantxa C. R., y otro laguntzaile más. Todos ellos se encuentran huidos desde que la noticia del enfrentamiento con la Ertzaintza fuera difundida desde primeras horas del viernes.
En total, se han registrado ocho viviendas -entre las que destacan el cuartel general en Barakaldo y el piso de seguridad de Begoña- y dos lonjas en Astrabudua y Sopelana, donde los terroristas almacenaban los explosivos, fabricaban los coches bomba y los artefactos y guardaban los vehículos robados que más tarde empleaban para la comisión de atentados.
Además del arsenal de armas, se han decomisado hasta 150 kilos de explosivo, 50 de ellos preparados en un coche bomba. Los investigadores policiales aseguran que los liberados retiraron en varias ocasiones" durante los dos últimos meses el coche de la calle ante la imposibilidad de poder atentar con éxito. Todo el material explosivo había llegado a manos del comando Vizcaya antes de septiembre. La Ertzaintza localizó también un zulo (escondite) y dos buzones todos vacíos usados por los terroristas para ponerse en contacto con la organización, así como temporizadores, mandos a distancia y detonadores para activar las bombas.
Atutxa calificó de "manipulación y calumnias" las diferentes acusaciones vertidas contra el PNY y la Ertzaintza por dirigentes de HB y de la Koordinadora Abertzale Socialista (KAS), y anunció que enviará un informe al ministerio fiscal para que estudie si el contenido de tales afirmaciones puede ser delictivo. Durante el homenaje al etarra Ángel Irazabalbeitia en Soraluze (Guipúzcoa), celebrado el sábado, el dirigente de KAS Xabier Alegría advirtió al PNV y a la Ertzaintza que se ha "acabado la época de la impunidad" y que el partido que preside Xabier Arzalluz, el PNV, ha entrado "en un callejón sin saflda". En el acto político posterior al funeral, Alegría añadió: "No se va a permitir que esta policía zipaya [en alusión a la Ertzaintza] continúe actuando en contra de las libertades de este pueblo".
Ante la posibilidad de un atentado contra dirigentes del PNV, el consejero de Interior reconoció que es cierto que hay personas que "tienen más boletos que otras", pero apuntó qué "ni por la vía de la imposición ni poniéndonos una pistola en la nuca o una bomba bajo el coche nos van a someter".
Atutxa tuvo un recuerdo especial para el agente herido en la refriega, con el que estuvo charlando unos minutos el sábado por la tarde. Jesús Antonio Marzán Otero continúa ingresado en el hospital de Cruces en estado grave, aunque está consciente, orientado y con la función renal estable.
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