El Athletic se impone al Compostela con un fútbol miserable
El Athletic ganó sin tirar una sola vez a puerta en jugada elaborada. Se llevó de Santiago un va loso botín pero manchó su expediente futbolístico con un miserable episodio. Su racanería se vio premiada por un misterioso avatar del partido, un penalti en un barullo dentro del. área. El Athletic sólo existió ese pequeño instante. Lo demás fue todo del Compostela: la pelota y las ocasiones. Todo, menos el resultado.El juego lo debería haber puesto el Athletic, que para algo tiene a Guerrero , a Alkiza, a Urrutia o a Garitano; que para algo jugaba contra un equipo abundante en desechos de la pro pia cantera bilbaína (hasta cinco jugadores del Compostela se han forjado en Lezama). Pero los de Irureta fueron un ser inerte, un equipo desvaído que acabó el en cuentro de forma casi vergonzante, con 10 jugadores colgados del larguero de Valencia. Sólo el guardameta rojiblanco fue más valioso para su equipo que todos los demás.
La persecución del gol quedó siempre a expensas del Compostela. Los gallegos lo hicieron con su discurso, modesto, exento de artificiosidad y bastante tosco por momentos. Pero al menos fueron generosos en el esfuerzo y reaccionaron de forma encomiable ante un gol absolutamente traicionero.
El gol caído del cielo y la expulsión de Larrazábal le sirvieron de coartada al Athletic para no volver a asomar la nariz.