950 VELAS
El pasado sábado se celebraba en Suecia el día de Todos los Santos, pero no fue una fiesta para todos los suecos. En un promontorio frente a la mar en Gnisslehamn, a unos cien kilómetros al noreste de Estocolmo, fueron encendidas 950 velas en recuerdo de las víctimas del hundimiento del ferry Estonia, que desapareció en aguas del mar Báltico el pasado 28 de septiembre en medio de una tempestad. En contraste con aquella tragedia, las lamparillas aguantaron encendidas frente al agua debido al veranillo que se vive estos días en el norte de Europa, donde luce el sol y, las temperaturas son más propias de agosto.-
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