El Calderón se regocija con la revancha
El Atlético B vapulea al Madrid C en el 'miniderby'
Machacar al hermano pequeño del peor enemigo resulta reconfortante. La afición atlética está pasando un mal trago y ayer la rabia rojiblanca explotó. La victoria sobre el filial madridista se celebró como si se hubiera conseguido una final de Copa.Los jugadores acabaron el partido en el fondo norte, despojándose de sus camisetas y lanzándolas a los miembros del Frente Atlético, abrazándose y haciendo el signo de la victoria. Los ultras correspondieron con un "Estos jugadores sí sienten los colores".
En el césped, dos equipos alegres, que buscaban el gol sin remilgos. El Atlético fue superior y, sobre todo, más resolutivo en un encuentro plagado de ocasiones para los dos bandos.
Tanteo preliminar
El partido tardó en arrancar. Los 30 primeros minutos fueron de puro tanteo. La grada se entretenía con el Frente Atlético, que acudió en masa para el derby. Con el primer gol atlético llegó el movimiento. Se estiraron las líneas y empezaron las cabalgadas, los correcalles, las ocasiones frustradas y los goles.
Minutos, antes del descanso, el Atlético 13 conseguía su según do gol, pero obtenía réplica instantánea de, los blancos.
La segunda parte tuvo un claro color rojiblanco. El principio fue trepidante, con claras ocasiones para los dos, bandos. Pero los la atléticos se asentaron mejor e cancha, liderados por Ruano, habilidoso y valiente. Dos expulsiones en el bando blanco deja ron el partido fácil para los atléticos, que supieron aprovechar bien la oportunidad. Dos goles más en las últimos 10 minutos se llaron la victoria. Y un aficionado optimista resumía el deseo generalizado del graderío: "Esta noche, repetimos", en referencia al enfrentamiento de los mayores.
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