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Una encuesta refleja el pesimismo de los oficiales ante la situación económica

Pilar Bonet

La élite de la oficialidad rusa es pesimista sobre la situación económica y política de su país y, en su mayoría, cree posible que el sistema se haga más autoritario e incluso dictatorial, aunque apenas un oficial de cada cuatro aprueba el uso de la fuerza militar para defender al presidente y al Parlamento. Tan sólo una minoría ve como pesible la toma del poder por fuerzas fascistas, el retorno del socialismo y la guerra fría y el golpe militar.Estos resultados figuran en el informe Élites militares en Rusia en 1994, realizado mediante una encuesta entre 615 oficiales de las Fuerzas Armadas rusas en seis regiones militares (incluidas Moscú, San Petersburgo, Siberia, el norte del Cáucaso y Kaliningrado) y la Flota del Norte. El informe al, que ha tenido acceso EL PAÍS, ha sido un encargo de la fundación alemana Friedrich Ebert junto con la compañía de investigación social y de mercado SINUS de Moscú, y se llevó a cabo en agosto pasado con la participación de un grupo de sociólogos militares rusos.

Un 43% y un 20% de los encuestados, respectivamente, consideran que la situación política en Rusia es mala o muy mala. Un 42% cree que seguirá igual dentro de un año, y un 32% opina que empeorará, mientras sólo un 17% cree que va a mejorar. Un 62% está de acuerdo en que sólo un sistema autoritario puede superar por completo o en parte el caos, y un 31% discrepa con este postula' do, En economía, el pesimismo es aún mayor que en política, ya que un 49% y un 31 %, respectivamente, consideran que la situación es mala o muy mala, y el 38% cree que va a peor.

El presidente Borís Yeltsin tiene a la mayoría de la oficialidad en contra, ya que un 59% desaprueba su política (frente a un 17% de aprobación) y un 30% le considera el principal responsable de los errores cometidos en la política militar desde 1985. Comparado con otros políticos, Yeltsin ocupa el octavo lugar en el índice de confianza, que va encabezado por el general Alexandr Lébed, el jefe del 14º Ejército ruso, con sede en Moldavia. El general, que además es el primero en la lista de personajes "ejemplares", va seguido por el viceministro de Defensa, el general Borís Grómov, el político Grigori Yavlinski (líder del bloque más popular entre los encuestados) y el cineasta Stanislav Govorujin.

Con más puntos, que Yeltsin en el índice de confianza están el jefe del Gobierno, Víktor Chernomirdin; el jefe del partido comunista, Guennadi Ziugánov, y el ex vicepresidente de Rusia Alexándr Rutskói. El ex presidente de la URSS Mijaíl Gorbachov es el personaje que inspira la máxima desconfianza en la oficialidad.

Sólo una minoría de la oficialidad (un 25%) estaría dispuesta a defender el Parlamento por medios militares, y más de la mitad se oponen al uso del Ejército para defender al presidente, mientras aproximadamente un 70% está a favor de emplearlo para luchar contra el crimen organizado. El 70% considera que la desintegración de la URSS ha sido un "desastre", aunque la posibilidad de usar medios militares para impedirlo tiene más detractores que partidarios (estos últimos son un 40%).

En política exterior, la lista de prioridades va encabezada por la "restauración para Rusia del status de superpotencia respetada en todo el mundo", seguido de la creación de un sistema de seguridad colectiva. Una buena pista para calibrar la actitud del Ejército ante el conflicto en la república rebelde de Chechenia, en el norte del Cáucaso, es el 56% de los oficiales que se declaran reacios a usar la fuerza contra el separatismo.

En lo que se refiere a zonas de interés, a los países de la Comunidad de Estados Independientes (heredera de la URSS) siguen los países del antiguo Pacto de Varsovia y los Estados del Báltico (un 71 % y un 61 %, respectivamente, creen que Bielorrusia y Ucrania se reunificarán con Rusia).

Los oficiales rusos apoyan la reforma económica no radical y el incremento de las exportaciones de armas y están en contra de las reducciones drásticas de gastos en el presupuesto militar, así como de la privatización de la industria armamentista. El 49% de los encuestados no se considera representado ni por el Parlamento, ni por el presidente ni por el Gobierno.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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