VINO PARA EL PEREGRINO
"Con pan y vino se hace camino", dice un refrán popular. Y parece que los peregrinos lo conocen muy bien. La prueba el que la cifra de este año se acerca a la del año pasado (Año Santo Jacobeo), que llegó a trescientos mil visitantes. En lo que va de 1994, unos 150.000 peregrinos han visitado la fuente de Ayegui, conocida por la fuente del Vino, instalada por las bodegas Irache, junto al Camino de Santiago, en dicha localidad navarra. Los peregrinos acuden a Ayegui, como han venido haciendo desde el siglo IX, para visitar el monasterio medieval. Los monjes se habían impuesto atender al peregrino ofreciendo a todos un trozo de pan y un vaso de vino. Pero los monjes se fueron y el avispado bodeguero, que tiene su sede lindante con el monasterio, ha querido mantener la tradición de ofrecer gratuitamente vino a los peregrinos, y desde 1991 ofrece un vaso gratis a los caminantes hacia Santiago. Allí se detienen para calmar su sed gente de a pie y otros muchos que recorren el viejo camino jacobeo en cualquier medio de transporte, bicicleta, moto, automóvil, incluso en autocar. La fuente uno con agua y otro, con vino tinto. Era costumbre, muchas veces anotada en el libro de los peregrinos, encontrar el alivio corporal en esta zona de Estella, como ha quedado reflejado en el propio Códice Calixtino cuando afirma que esta tierra es de "buen pan y óptimo vino. Las normas de uso del chorro con el zumo de uva fermentado figuran en una placa adyacente que dice: "A beber sin abusar / te invitamos con agrado, / para poderlo llevar / el vino ha de ser comprado". Es decir, echas un trago y pagas una bota, de las de vino, para hacer camino.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.