Investigación electoral

Estos días no era extraño encontrar a alguno de los profesores y becarios del equipo de Ciencias Políticas de la Universidad del País Vasco, magnetófono en mano, circulando de un mitin a otro. No es que tuvieran una curiosidad desbocada. Estaban en el inicio de una investigación académica que dirige el catedrático de Ciencias Políticas de la Pompeu Fabra de Barcelona Ferran Requejo. El trabajo del equipo vasco, junto al que harán otros equipos gallegos y catalanes cuando en su tierra convoquen elecciones, permitirá documentar un análisis comparado de conductas y discursos.Requejo ha propuesto un seguimiento exhaustivo de los discursos electorales para estudiar cómo tratan los líderes políticos de legitimar sus posiciones. Requejo tiene una hipótesis: en las campañas electorales españolas se argumenta poco.. La polémica sobre políticas concretas acostumbra, dice, a ser pobre. "Prefieren responderse unos a otros apelando a los grandes principios".

Francisco Llera y José Manuel Mata son quienes han dirigido el equipo vasco. Han buscado, por ejemplo, si un mismo partido modula su mensaje en función del auditorio. De ahí que los hayan seguido tanto en mítines urbanos como en su campaña por los pueblos. "Cuando Arzalluz, hace tiempo, soltó lo del Rh vasco, lo hizo en un batzoki de pueblo. No me imagino diciéndolo en Barakaldo", comenta Mata.

Mata ha advertido que en esta campaña han proliferado los discursos sobre lo que es Euskadi: "Hablar tanto de ello demuestra la falta de un consenso básico sobre elementos definitorios de la nación". Mientras unos halagaban, recuerda Mata, a los inmigrantes "que han tenido lealtad al país donde viven", otros se enorgullecían de que "nosotros, los verdaderos vascos, hemos admitido a los que vienen de fuera". Esas frases y otras -"no es suficiente ser vasco, ser euskaldun ", "para ser un verdadero vasco hay que luchar por el país"- señalan caminos para alcanzar la vasquidad más allá de la vecindad administrativa.

En partidos de muy distinto pelaje y en determinados sectores sociales "no parece la residencia un dato muy significativo para identificar a los vascos". "El hecho de que en la campaña se haya tratado sistemáticamente este asunto da a entender que todavía hay fracturas y que algunos quieren rentabilizarlas. Es irresponsable utilizar eso".

Otro tema recurrente, según estas primeras aproximaciones, es la desarticulación del país, que obliga a los partidos a desarticular su propio discurso para convencer a colectivos dispares. "No es lo mismo Álava, que conservó sus fueros, que Vizcaya o Guipúzcoa, que los perdieron con Franco por ser provincias traidoras. Ni tan siquiera el PNV logra una presencia homogénea en toda la comunidad, donde el euskera, otro dato, está irregularmente vivo", recalca Mata, a la espera, que será larga, de que el estudio concluya.