"Lo ideal, convocar elecciones pronto"

Ramón Mendoza recibió a EL PAÍS en las horas previas a la asamblea de socios. En su despacho del estadio Bernabéu, la actividad se concentraba en la preparación de la sesión.Pregunta. Hace tiempo que no celebra una asamblea con el equipo líder.

Respuesta. En la sexta o séptima asamblea que tuve, me dijo un señor asambleísta, después de haber ganado cinco ligas seguidas, que la Liga era el chocolate del loro, que estábamos fracasando, que teníamos que ganar la Copa de Europa. Y me regañó. Evidentemente, las cosas ahora están tranquilas. Pero una asamblea se convierte a veces en un grupo de personas reivindicativas.

P. Sin embargo habrá de presentar unas cuentas difíciles de explicar, con una deuda elevada y va a tener que pedir permiso para refinanciarla.

R. Perdón, pero la deuda no es una deuda muy elevada. Es una deuda que no se ha estudiado de una manera rigurosa. La deuda del Madrid puede ascender a unos 7.000 millones. Pero el Madrid no debe un duro a nadie, excepto en lo que afecta al patrimonio nuevo. Me encontré el club en el año 1985 con una deuda de 1.500 millones, que en pesetas actuales sería de 3.000. Pero el club no había hecho una inversión en nada. Nadie debe olvidar, porque tengo que hacerme justicia, que en los últimos 35 años no se ha invertido un duro en mantener el estadio.

P. Reconozca que el socio sí puede tener la percepción de que, aparte del estadio, se ha derrochado dinero.

R. El mundo del fútbol es así. Cuando un jugador sale mal, sale mal. Cuando lo fichas barato, no se considera una inversión. En un cómputo de 10 años hay que meter todo, jugadores baratos y caros. Si esta sociedad no hubiera construido un estadio, estaría ahora repartiendo dividendos. No siempre se pueden encontrar Hugos, Gordillos, Laudrups y Redondos. Cuando vine al Real Madrid no garanticé mi infalibilidad. Hablé con el Papa y no me dejó. Me equivoco y acierto. Y se equivocan también, los que me aconsejan muchas veces. En este club cuando el equipo gana, el entrenador y los jugadores son magníficos, pero cuando pierde me miran a mí.

P. Según alguno de sus directivos, las perspectivas para el año que vienen son buenas, por que buena parte de la quinta acaba contrato.

R. Estoy de acuerdo. Pensamos con rigor que el fútbol está en un momento de contrato a la baja y que los contratos próximos van a ser menos elevados. Por tanto, habrá una reducción importante de gastos, tanto en fútbol como en baloncesto, el año que viene.

P. ¿La quinta ganará el año que viene menos?

R. No voy a decir nada por respeto, no hemos negociado nada y estaría mal que les aplicara unos criterios que no conocen.

P. En esta asamblea tendrá que formalizar algunos nombramientos, pero la sensación es que su junta ha sufrido muchos vaivenes.

R. La Ley del Deporte, al obligar a avalar a los directivos, genera unas tensiones brutales. Los directivos tienen problemas, sufren una presión tremenda, luego tienen que sufrir algunos ataques personales, groseros, por parte de algunas personas en medios radiofónicos nocturnos. Nadie viene a un cargo de éstos para ser insultado sin recibir ninguna contrapartida. Esto va a obligar a ciertos cambios, pero la sociedad resiste.

P. Ahora que habla de avalar, ¿por qué ha permitido que un directivo (Lorenzo Sanz) avale más y haya directivos de primera y de segunda?

R. Yo quisiera que todos avalaran igual, pero todos no podían. Quiero recalcar que ésta es una directiva de transición, que gobierna esta sociedad hasta el plazo en que yo decida convocar elecciones. El próximo año las cosas serán distintas.

P. Dada la buena marcha del equipo, quizá diciembre sea el mes idóneo para convocar elecciones.

R. No lo sé. Tengo una duda tremenda. Lo ideal sería convocar elecciones pronto Pero me da miedo que, en una campaña electoral, se desestabilice el equipo. Y una campaña en el mes de enero, en mitad de la Liga, creo que es mala. Por otra parte, creo que es bueno también. Y en esa duda, tengo que hablar conmigo en una conversación larga. He quedado en verme dentro de ocho o diez días y decidir.

P. ¿Y cuando se ha convencido a usted mismo para presentarse, después de que ha estado un par de años diciendo que no?

R. Llevo una temporada en que no hablo conmigo mismo. No me acabo de sincerar. Tengo que reunirme conmigo mismo para pensar sobre el futuro.

P. Pero en la reflexión, ¿cuál es el argumento a favor?

R. Al cabo de 10 años aquí empiezo a tener un alto sentido de la responsabilidad. Creo que las labores que inicié no están terminadas. Este es el factor que me impulsa a seguir. Por otra parte, la dinámica de la sociedad española, tanto deportiva como política, me fatiga cada vez más. Me fatiga el odio, la calumnia, la intriga, la violencia. Me preocupa quien pueda venir al Real Madrid.

P. No habrá caído en la tentación de identificar al Madrid con Ramón Mendoza.

R. No es por eso. Es que tengo mucho tiempo libre, me dedico mucho al club, este país ha cambiado mucho y las batallas que hay que librar aquí son diarias. Hay una nueva moda de involucrar al Madrid en los fantasmas del pasado. Y esta sociedad necesita mucho tiempo libre, y una mano de hierro que sepa luchar por la sociedad y no se deje influenciar por campañas.