1994, un año que dejará huella
En ciclismo todo es aproximado cuando se habla de fechas. Están, claro, los días precisos en que se consiguen las victorias y en que se disputan las carreras, pero el resto es siempre vago y aproximado: las generaciones, las tendencias y los movimientos. O era hasta esta temporada, el cuarto año del reinado de Miguel Induráin: 1994 será una fecha recordada como angular en el desarrollo del ciclismo.El fin de una generación. No busquen más en las clasificaciones los nombres de Phil Anderson, Charly Mottet, Thierry Claveyrolat, Marc Madiot, Sean Kelly, Julián Gorospe, Pedro Delgado, Eric Caritoux, Raúl Alcalá, Greg LeMond, Franco Chioccioli, Moreno Argentin... hombres que marcaron la forma de correr en los 80. La renovación generacional, un hecho ya destacado en la carretera la última temporada por medio de los triunfos de los que se ha dado en llamar generación de los 70, se convierte, vía jubilación colectiva, en una acción explosiva. La generación de Induráin, esa del 64, pasa a ser la decana.
Dopaje de un número uno. Desde que Eddy Merckx tuviera que abandonar un Giro acusado de dopaje, ningún corredor que haya llegado a ser número uno mundial había dado positivo hasta 1994. Ha sido el año del tormento de Gianni Bugno, quien ha pasado de poner de moda a una azafata del Giro a lograr que todo el mundo sepa que tomar unos cuantos cafés está prohibido. Su caso ha servido, además, para que la Unión Ciclista Internacional se autoafirme en sus convicciones: sus normas antidopaje tienen prevalencia sobre las nacionales. Los dos años de castigo impuestos por la federación italiana a Bugno se quedaron en tres meses.
Mercado. En España, nada, pero en el resto, movimientos de carácter multinacional. Nace otro equipo rico, Le Groupement, que en la onda del desaparecido Fagor, a golpe de talonario ha creado una estructura en torno a Luc Leblanc, campeón del mundo. Bugno se irá del Polti al MG, que ha perdido al socio belga, GB, a manos del Mapei de Rominger, y el mejor joven, Eugeni Berzin, ganador del Giro, con sueños millonarios en la cabeza está dispuesto a dejar el Gewiss a pesar del contrato en vigor, por el Polti.
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