LA OTRA VOZ DE PAKISTÁN

Las mujeres musulmanas están empezando a alzar la voz. Son aún pocas, pero sus críticas suenan con claridad. Estos días ha estado en España la paquistaní Tehmina Durrani, cuyo libro Nuestro señor feudal acaba de publicar la editorial Muchnik. Durrani, una hermosa mujer de 41 años, decidió coger la pluma tras separarse de Mustafá Jar, discípulo de Bhutto y actual ministro de Energía de Pakistán. Durante los 14 años que estuvieron casados, fue testigo excepcional de la política de su país. Sus conclusiones son claras: la fachada democrática oculta la corrupción imperante y el sometimiento del pueblo a un sistema feudal. Con Jar, Durrani conoció asimismo el infierno de ser mujer en la sociedad paquistaní. Su marido llevó la violencia física hasta la violación, y la tortura psicológica hasta convertirse en amante de su hermana. Pero las enseñanzas de Jar no cayeron en saco roto: "Así como él fue alumno de Bhutto, yo fui alumna del producto más vil de Bhutto". Tras un penoso divorcio, Tehmina emprendió la narración de su experiencia. Su ajuste de cuentas personal se ha convertido en una vigorosa denuncia de la sociedad y política paquistaní: "Elevo la voz contra la traducción exclusivamente masculina del Corán". Con Mi señor feudal ha roto el código de silencio imperante entre las mujeres de su país. No ha sido condenada por los integristas, pero ha sido repudiada por su familia y privada de todo apoyo económico y social. Roto el dique, Durrani está inmersa en estos momentos en la redacción de su tercer libro.