Romero hace de Sabonis
El joven pivote, vital en el triunfo del Real Madrid sobre el Fórum
. Andaba el partido un tanto dividido, aún con casi siete minutos por delante, cuando surgió el imprevisto: Sabonis alcanzó su cuarta personal tras dos forcejeos consecutivos con Lavodrama y Obradovic se vio obligado a sentar a su estandarte. Con Arlauckas en la enfermería, el remedio no podía llamarse de otra forma que Romero.
El joven pivote madridista se vio de pronto con la responsabilidad de aguantar el tipo en una contienda que sus compañeros no habían sabido dejar zanjada. Y Romero, lejos de asustarse ante tamaña empresa, acabó como el héroe del partido. El Madrid ganó al Forum como si Sabonis aún hubiera estado en la cancha.
En sus dos etapas (se sentó a 12.19 del final, 72-61, pero tuvo que volver un minuto más tarde tras cometer Sabonis una intencionada que le costó siete puntos a su equipo y que reabrió el partido, 75-70), Romero cogió dos rebotes, puso dos tapones, robó un balón y tuvo tiempo de rubricar su actuación con una canasta, la última del partido, de mate espectacular. El balance fue espectacular e inesperado. Hasta ahora Romero ha apuntado detalles, pero nunca se ha visto en la situación de entrar a saco en un partido. Ayer hizo ese paso entre el aprendiz y el profesional de toda la vida. Y todo, por entre los dominios de Lavodrama y Alex Rodríguez, una pareja que logró sacar de quicio a Sabonis en un partido que dominó el Madrid con ciertas dificultades. Visto el tono que adquirió el duelo, el Palacio se asustó primero y se rindió después ante Romero, que ya figuraba entre las preferencias de la hinchada.
Los números también concedieron protagonismo a Antonio Martín, máximo encestador del encuentro (24), que brilló en cuanto sus compañeros se decidieron a recurrir al juego interior. Aunque sólo en la segunda parte, puesto que el madridista falló en la primera lanzamientos imposibles de errar. Pero su actuación en el segundo periodo fue determinante. Sin duda, fue el valor más sólido del equipo madridista.
Antes de surgir Romero, el Madrid había jugado con el marcador. Ponía tierra de por medio entre él y el Fórum, se dormía luego y dejaba que su rival se acercara. El partido se convirtió en un asunto elástico, según le conviniera al Madrid. Cuando el Valladolid se ponía en sus mismas narices volvía a pegar el estirón. Vamos, como si no quisiera dejar pasar una jornada tranquila a sus incondicionales. Al final jugó con fuego: el Fórum se acercó y Sabonis estaba castigado por las faltas personales.
Fue un Madrid triste, sin transmisión hasta que apareció Romero. Este equipo juega, pero no se divierte. Es lo que dicta hasta el momento la temporada. Un equipo sin vibraciones, con buenos jugadores. Algo no funciona en el Madrid. Al menos por ahora.
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