"Temo que Estudiantes pierda la humildad"

Miguel Ángel Martín cumple su séptima temporada al frente del Estudiantes. Mala cosa. Sus detractores, al margen de resultados, siempre pueden achacar que hace falta un revulsivo.Pregunta. ¿Por qué el Estudiantes ha empezado tan mal?

Respuesta. Hemos cambiado a mucha gente. Del año pasado sólo siguen Pablo Martínez, Herreros y Orenga como hombres básicos. El resto son jugadores jóvenes y los tres extranjeros, uno de los cuales, Mijailov no ha debutado por lesión.

P. Dejando al margen a Mijailov, ¿sigue pensando que Smith y Williams son idóneos para este equipo?

R. Sí. Smith es un jugador que complementa muy bien a Orenga, es un fichaje acertado y está haciendo un gran esfuerzo para acoplarse a lo que queremos de él. Williams fue, en supuesto, el mejor la pasada temporada. Su problema es que el nivel físico es muy bajo. Desconocemos las razones, no tenemos indicios de que lleve una mala vida, pero el caso es que lejos de contribuir, a veces es un lastre, para el equipo. Tiene que ponerse a tono y pronto.

P. Año y pico después de su marcha, la sombra de Azofra parece cada vez más alargada.

R. Este año tengo tres bases. Pablo Martínez es poco agresivo, pero es un gran jugador de ataque. Chinche Lafuente ha sido fichado por su gran experiencia, que nos vendrá muy bien en partidos de la Copa Korac y fuera de casa. Y luego está Gonzalo Martínez: tenemos depositadas muchas esperanzas en él, pero sólo tiene 19 años y hay que esperar.

P. Después del partido ante el Unicaja de Málaga, se declaró principal responsable de la derrota. ¿Se siente todavía capacitado para sacar este equipo adelante en la competición?

R. Esta es mi séptima temporada aquí y yo creo que he demostrado lo que puedo dar de sí. Tengo la conciencia muy tranquila porque se está trabajando muy fuerte y también tengo muy claro qué hay que hacer para mejorar. Con respecto a mi declaración de culpabilidad, me gusta apoyar a mis jugadores y no culparles a ellos cuando se pierde. Todos los que formamos el equipo somos responsables de una derrota, pero el que más el jefe, y ése soy yo.

P. Siete temporadas son muchas para un mismo banquillo español. ¿Teme que la gente se canse de ver la misma cara?

R. Si soy sincero, sí me lo planteo. No a nivel de jugadores, que están conmigo ni de directivos, pero sí en lo referente a los aficionados. Como usted dice, siete años en el mismo equipo no es Muy normal en España. A veces interesa el morbo, las caras nuevas, los cambios. Pero a mí no me afecta, estoy con la misma ilusión de siempre.

P. De seguir sumido el Estudiantes en la irregularidad, ¿teme por su cabeza?

R. Los éxitos de los últimos años nos han convertido en un equipo grande. Si nos miden con este baremo, pues claro que puede estar en peligro la cabeza del entrenador y la cabeza de los jugadores. Pero también hay que puntualizar que en Estudiantes se plantea una ecuación de muy difícil solución: quieren que saquemos gente joven y que ganemos. Y todo no es posible a la vez. Una de las razones fundamentales del éxito del Estudiantes en los últimos años ha sido la humildad. A mí me da miedo que perdamos esta virtud y me refiero a todos los niveles: porque entonces perderíamos la parte más importante de nuestra filosofía.