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Leguina y el alcalde limitan su pugna a los nuevos barrios y la línea 10 de metro

El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, y el presidente Joaquín Leguina se reunieron el viernes pasado para intentar resolver los enfrentamientos entre ambas instituciones. Si en su anterior encuentro a solas (en marzo) la lista de temas sobre el mantel incluía la operación urbanística en Campamento, la ciudad aeroportuaria y la ubicación de la Asamblea de Madrid, la reunión de otoño ha reducido a dos los asuntos de la sobremesa: los seis nuevos barrios que el Ayuntamiento proyecta y el nuevo trazado de la línea 10 de metro que debe construir la. Comunidad. No hubo acuerdo más que en el ánimo de seguir negociando soluciones a las querellas entre ambas administraciones.Leguina afirma que el alcalde tiene dos opciones respecto a los nuevos barrios. "O dejan la solución para la próxima legislatura o bien lo discutimos antes", dice Leguina. Para el presidente madrileño la clave está en que se decida aprobar el nuevo Plan General antes de las próximas elecciones municipales y autonómicas de mayo.

Una vez que el Pleno del Ayuntamiento apruebe las nuevas normas urbanísticas para la ciudad quedarán en suspenso todas las licencias de obras y no se puede construir ninguna casa nueva.

La Comunidad denegó en julio el visto bueno para levantar las 70.000 viviendas que quiere el Ayuntamiento y ha enviado a la Casa de la Villa su propuesta (la mitad de pisos y buena parte de ellos de protección oficial). El equipo de Gobierno del PP ha llevado el asunto a los tribunales de justicia.

La reunión de los jefes de ambas administraciones madrileñas acordó que el Ayuntamiento de la capital darla una respuesta en breve a la propuesta de la Comunidad. "La pelota sigue en el tejado del alcalde", dice Leguina.

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Leguina dice que el alcalde está dispuesto a pagar parte de la línea 10

VIENE DE LA PÁGINA 1El presidente Leguina afirma que desde el punto de vista personal jamás ha habido problemas entre él y el alcalde. "Nos conocemos hace muchos años y para mí siempre es agradable conversar con Álvarez del Manzano", dijo.

La conversación (que se desarrolló el pasado viernes en un restaurante cercano a la plaza de la Villa) giró "en torno a lo divino y lo humano", según Leguina. Buscaron un acercamiento sobre la línea 10 de metro cuyo trazado por la Casa de Campo enfrenta a ambas administraciones.

Álvarez del Manzano consiguió arrancar a Leguina la promesa de que las máquinas no entrarían en la zona hasta que vean juntos la nueva alternativa que pergeña el Ayuntamiento y que entierra todo el trazado del metro entre las estaciones de Lago y Príncipe Pío.

"Hemos quedado en ver juntos ese proyecto el día que esté en condiciones de presentarlo e incluso está dispuesto a hacerse cargo de los costes adicionales que implique esa solución", afirmó Leguina. "Al parecer, a Alvarez del Manzano le preocupa que el metro pueda pasar cerca de las casas; como ninguno de los dos somos ingenieros de caminos habrá que ver si hay una solución viable enterrada y que permita el intercambio entre las líneas 6 y 10 al mismo nivel", añadió.

Los temas olvidados

Leguina y el alcalde dejaron sobre el mantel otros temas que habían repasado en su anterior reunión, celebrada en marzo. Algunos de ellos se han solucionado en estos meses o han cambiado sustancialmente.

La ubicación de la nueva Asamblea ya no es problema: en marzo la Comunidad todavía pretendía instalarla en la maternidad de O'Donnell, ahora todos los grupos políticos han acordado llevar la sede del parlamento regional a Madrid Sur, en el distrito de Puente de Vallecas.

La rehabilitación del centro está en marcha tras la firma de un acuerdo de financiación entre las administraciones (estatal, regional y local) y la operación urbanística de la ciudad aeroportuaria ha echado a andar con el nombramiento de un gestor del consorcio.

Sobre la ley de Capitalidad se ha abierto un principio de acuerdo en forma de un borrador elaborado por el primer teniente de alcalde, Luis María Huete, y el consejero de Cooperación, Virgilio Cano.

La operación Campamento (que pretendía una suerte de Pentágono español en los antiguos cuarteles de la carretera de Extremadura) se ha desvirtuado y convertido en un plan esencialmente residencial.

Otro de los temas que se habían tratado en primavera, el realojamiento de los chabolistas de Peña Grande, que el Ayuntamiento pretendía llevar a una zona aislada en la carretera de Burgos, no se ha realizado finalmente.

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