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Entrevista:FÚTBOL EL MARCO DE LA POLÉMICA

"No estoy loco; me adelanté al reglamento"

Catorce años después de su estreno en Primera División, Francisco Buyo (36 años) está a un paso de batir el récord de partidos jugados en la máxima categoría. El guardameta del Madrid igualará el próximo domingo en Gijón la marca del sportinguista Joaquín (479 encuentros).Pregunta. ¿Qué significa esta efemérides?

Respuesta. No me preocupa demasiado. No es ningún mérito, ni ningún premio concreto, ni algo que beneficie al equipo. Una anécdota más que dice de mi regularidad y mi trayectoria.

P. Llega a ella con años, pero sin retirada a la vista.

R. El adiós llegará en su momento, pero aún lo veo lejano. Ni soy mayor, ni lo aparento, ni pienso en mi retirada. Aún me quedan unas cuantas guerras que ganar. Luego, seguramente, seguiré en el fútbol como técnico.

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P. Cuando mira atrás, ¿recuerda las veces que se le ha intentado enterrar?

R. Puedo llevar por bandera que nadie me ha regalado nada. Todo lo he ganado solito, con mi esfuerzo y mi plena dedicación. Los que me dieron por acabado se llevarían una sorpresa si echaran un vistazo a las estadísticas. Gracias a los números y al rendimiento, puedo mirar a los ojos de la gente sin avergonzarme de nada.

P. Las estadísticas ponen un pero a su carrera: pocas actuaciones con la selección.

R. De acuerdo, pero no por mi culpa. Difícilmente puedes ser internacional si no te llevan o no te dejan jugar. Y luego, cuando parecía que iba a tener continuidad, en la etapa de Miera, sólo dura unos días en el cargo....

P. ¿Zubizarreta ha oscurecido su carrera?

R. No, aunque se trata de un gran portero. Eso ha sido una cuestión exclusiva de los seleccionadores.

P. ¿Cuándo dejó de mirar las convocatorias de España?

R. No he dejado de hacerlo. Aún las miro, por si se equivoca el seleccionador. Ya sería una sorpresa, pero no por falta de méritos.

P. Su forma de jugar cambió tras el incidente del derby del 88. [Simuló ser agredido por Orejuela y logré su expulsión. Buyo fue sancionado].

R. No sé, ya no me acuerdo. Hace tanto tiempo... Buyo siempre ha sido el mismo. En estos 9 años en el Madrid he sido el mismo portero, con las mismas características, la misma ilusión y el mismo corazón. Sobre aquello, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.

P. ¿Cómo encaja cuando desde fuera se le tilda de loco?

R. Lo que me interesa es la opinión de mi público, que ha sido fiel desde el primer día y siente admiración por mí. Si se hace memoria, se verá que Miguel Ángel, García Remón, Agustín, Ochotorena pasaron problemas donde los pasé yo. No es problema de Buyo, sino de ser portero del Madrid.

P. Pero la frase "Buyo está loco" se oye en más sitios.

R. Seguramente se dirá, pero supongo que de todos los porteros. Si lo dicen por mis salidas, por querer dar pases largos, no es una locura sino una virtud. Muy pocos porteros lo pueden hacer porque no saben. Si te adelantas cinco años a los conceptos del fútbol, la gente te llama loco. Pero los entrenadores no son tontos y saben que eso es una virtud. No estoy loco; me adelanté seis o siete años al reglamento, a los conceptos del fútbol moderno.

P. Esas innovaciones del reglamento le costaron dos goles no hace mucho.

R. Una vez me resbalé y el otro fue un rechace. Son circunstancias. Nada más. Si un defensa te pasa el balón no sientes miedo. Sólo piensas en tus dos soluciones: dárselo a un compañero o despejarlo.

P. Llegó a temer por la suplencia al llegar Cañizares.

R. Siempre hubo gran competencia en el Madrid. No es de ahora. Por aquí han pasado Cañizares, Jaro, Lopetegui, Ochotorena, Agustín, una serie de grandísimos porteros. Y Buyo siempre ha luchado con ellos. No tengo por qué temer por el puesto, sólo lucho y trabajo.

P. Sí, ha cerrado el camino a un puñado de porteros.

R. Circunstancias. Si fuera al revés, yo me habría marchado a triunfar a otro lado y el equivocado, el Madrid. Si me hubiera ido, imagina las críticas que le habrían llovido a los técnicos del club.

P. ¿Con qué entrenador se ha sentido más protegido?

R. Tal vez, con Antic, porque jugábamos más atrás y tenía más hombres cerca de la portería. Pero ser portero del Madrid es vivir siempre con el riesgo a flor de piel. No sabes cuando te va a venir el peligro. Ahora también estoy encantado. Estamos recuperando esa casa que infundía respoto por todo el mundo.

P. ¿Un penalti, un mano a mano o un tiro a bocajarro?

R. Todo menos un penalti.

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