La falta de ambición estanca al Getafe
El equipo madrileño demuestra su abulia ofensiva y suma su tercer empate consecutivo ante el Villarreal
El Getafe sumó, ayer su tercer empate consecutivo en su retorno a la Segunda División A. El equipo madrileño hizo gala de un disciplinado y sincronizado sistema defensivo, pero al mismo tiempo mostró una inquietante abulia ofensiva, que en el caso de ayer le privó de la victoria. Por contra, su oponente, el Villarreal, puso de manifiesto su limitada sapiencia futbolística a la hora de esperar sistemas mínimamente organizados como el desplegado por el Getafe.Los discípulos de Luis Sánchez Duque llegaron a El Madrigal con la lección y la estrategia, sobre todo en el aspecto defensivo, bien aprendida únicamente se limitaron a ponerla en práctica sobre el terreno de juego: una defensa en línea plantada sobre su teórico centro de campo que durante los 90 minutos maniató a los jugadores locales, pero que, no logró dar la victoria a los visitantes.
Los jugadores del Getafe, excesivamente preocupados por cumplir las órdenes tácticas de su entrenador, no modificaron ni un ápice su forma de juego en todo el partido, a pesar de que durante el transcurso del mismo se dieron circunstancias para ello. Por ejemplo, cuando a finales del primer periodo fue expulsado el zaguero local Javi, al propinar un codazo al ariete visitante Julián.
Balones largos
Durante el primer tiempo el Villarreal tuvo el mando territorial del partido, aunque no el control del mismo, ya que este extremo siempre correspondió a los visitantes.
Los villarrealenses, carentes de un centrocampista capaz de superar la defensa en línea del Getafe con pases al hueco, se empeñaron en llegar al área rival a base de balones largos lanzados desde su propia defensa, que eran fácilmente neutralizados por los zagueros visitantes. En este periodo de tiempo tan sólo se produjeron dos disparos a puerta por parte del Villarreal y en ambos casos sin ningún peligro real de acabar en gol. El bagaje ofensivo del equipo getafense en esta primera parte del encuentro tampoco fue más excelso: un solo disparo que fue a parar fuera del marco de la portería defendida por el meta Luis Pascual.
La atonia que caracterizó al primer acto del encuentro tan sólo se rompió a raíz de dos intervenciones del árbitro del encuentro, Vico Díaz. Sobre el minuto 20 el colegiado estuvo a punto de cometer un desaguisado contra el equipo madrileño, cuando se disponía a señalar penalti en su contra y expulsar al portero Caballero. No obstante, Vico Díaz rectificó a instancias de su juez de línea, que había señalado fuera de juego antes de que García Pitarch fuese derribado por Caballero. La segunda intervención del colegiado fue la ya mencionada expulsión del jugador Javi.
La segunda parte fue prácticamente un calco de los primeros 45 minutos. El equipo madrileño se mantuvo fiel a su sistema de juego y no se sintió con ánimos para estirar sus líneas e intentar sacar provecho de su superioridad numérica.
Igualmente, su saldo atacante en este periodo fue muy raquítico: de nuevo un solo disparo a puerta y también lejos de los tres palos defendidos por el meta local.
Conformes con el empate
En esta segunda fase del encuentro el equipo local tampoco hizo grandes alardes ofensivos y sus jugadores parecían conformarse con el empate: primero por la inconsciente rémora de jugar con uno menos y, en segundo término, porque llegaron a la conclusión de que su fútbol no está para superar grandes exámenes. Ni tan siquiera la salida del veterano Planelles sirvió como revulsivo para aclarar las ideas de los villarrealenses.
La actuación individual del Getafe apenas registró notas destacadas. El equipo denota una excesiva presencia de su técnico, Luis Sánchez Duque, y sus jugadores actúan muy mecanizados. La teórica clase de su interior Guerrero quedó inédita, mientras el otro baluarte del equipo, el también centrocampista Argenta, se limitó a derrochar fuerza fisica mezclada con grandes dosis de errores, sobre todo en la entrega.
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