Espectacular accidente de Zarrabeitia

Mikel Zarrabeitia, el joven ciclista de 24 años que quedó, segundo en la última Vuelta, continuó ayer su idilio con la mala suerte iniciado la víspera del Tour. El corredor vizcaíno sufrió un espectacular accidente en la autopista A 8, cuando se dirigía a Ermua (Vizcaya) y perdió, bajo un fuerte aguacero, el control del vehículo que conducía, un Renault 19.Ingresado en el hospital de Galdakao se le apreció fractura de la clavícula izquierda y fisura en el esternón, heridas calificadas de pronóstico reservado. Los médicos que le atendieron precisaron que las lesiones no ponían en peligro su futuro como corredor ciclista. En un principio, las informaciones divulgadas por el portavoz de la DYA (Detente y Ayuda) hablaban de un pronóstico muy grave, con neumotórax, rotura de cadera y fractura de cráneo incluidos.

El accidente ocurrió a las 10 de la mañana, en el tramo de Éibar de la A 8, cuando el coche chocó con la valla derecha de la autopista para rebotar luego en la izquierda. Zarrabeltia salió despedido por la ventanilla, quedando tendido en el suelo de la mediana. Según testigos presenciales, el ciclista no dejaba de preguntar "¿Había alguien más en el coche?".

Zarrabeitia era, junto al fallecido en accidente Antonio Martín, una de las grandes esperanzas del ciclismo español. Se formó, como Martín, en el Amaya a las órdenes de Javier Mínguez, y pasó a comienzos de esta temporada al Banesto. Su calidad quedó plasmada con su segundo puesto en la Vuelta, el primer español tras el suizo Tony Rominger. Pero a partir de ese momento, mediados de mayo, una mano negra pareció hacerse cargo de su futuro. La víspera del comienzo del Tour, carrera en la que iba a debutar, Zarrabeltia no se pudo levantar de la cama, aquejado de fuertes dolores en la zona lumbar. Tras someterse a diversas pruebas se le observó una hernia discal que le impidió volver a pedalear desde entonces. Precisamente ayer, cuando sufrió el accidente, se dirigía a realizar ejercicios de rehabilitación.