AL AMOR POR EL ARTE
No fue el cuerpo serrano de Bill Clinton, ni su habilidad con el saxo , ni sus ojitos claros lo que hizo latir por primera vez el corazón de Hillary Rodham. A la primera dama de EEUU, el amor le vino por vía intelectual. En una entrevista con la revista Artnews Magazine, Hillary cuenta que el detonante fue la pasión del presidente por la pintura abstracta. Cuando ambos estudiaban en la universidad de Yale, Bill la invitó a una exposición de Mark Rothko y Henry Moore. Al encontrarse la galería cerrada por una huelga de limpieza, Clinton propuso a una empleada llevarse la basura a cambio de que les dejara entrar. El método, que ya auguraba sus habilidades políticas, funcionó. Eso sí, tamaña pasión estética no ha impedido que Hillary haya sido elegida por la revista People como una de las mujeres peor vestidas del país.-
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