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EL NUEVO RETO DEL GRAN CAMPEÓN ESPAÑOL

Peor que ir al dentista

Los anteriores poseedores del récord recuerdan la dureza de la prueba

Robert Álvarez

Una hora en la vida es poco. La que afronta hoy Induráin en Burdeos durará mucho más que una hora convencional. Sus antecesores son los únicos que la han vivido.El invencible e insaciable Eddy Merckx, al bajar de la bicicleta en el velódromo de México el 25 de octubre de 1972 tuvo que ser trasladado al vestuario y permaneció allí estirado durante media hora. "No lo repetiré jamás", dijo el campeón belga que para muchos ha sido el mejor ciclista de la historia y que hoy quiere estar en Burdeos. "No hay comparación posible con una contrarreloj. El récord exige un esfuerzo total y permanente".

Fausto Coppi, el desaparecido campeón italiano, relató lo sucedido el día que en 1942 se convirtió en el más rápido del mundo en una hora. "Lo único que recuerdo de aquellos últimos minutos del récord es que me dolía todo el cuerpo. Si seguí pedaleando fue porque Cavanna -su mentor ciego que seguía su ritmo con el oído pegado a la madera del velódromo de Milán- no dejaba de alentarme. Fueron minutos espantosos. Acabé agotado, destrozados los nervios y sin un átomo de energía. Cuando sonó la campana, yo seguí pedaleando como un autómata hasta que alguien me tiró del sillín. Me bajaron de la bicicleta y lo mismo que transportan a un moribundo, me depositaron en una camilla".

Otro ciclista de excepción también fallecido, el francés Jacques Anquetil, plusmarquista de la hora por espacio de poco más de un mes en 1967, dijo: "Una carrera de persecución puede ser espantosa pero enlazar diez persecuciones, una tras otra, sin descanso, es otro asunto. Es sinónimo de un sufrimiento atroz". El estadounidense, Greg Lemond, que no se vio con la suficiente fuerza física para afrontar la tentativa que había preparado en 1992, ayuda a entender las palabras de Anquetil: "La prueba en velódromo de medio fondo es la persecución individual (5 kilómetros). Es la versión ciclista de correr la milla o un 1.500 en atletismo. Es lo bastante corta para ser intensa y lo bastante larga para requerir auténtica resistencia". Multiplíquese esta definición por diez y se obtendrá una aproximación al esfuerzo que supone el récord de la hora venía a decir Anquetil.

El escocés Graeme Obree, el ciclista al que pretende destronar hoy Induráin, definió con humor el esfuerzo que supuso su último éxito en abril de este mismo año: "Hubiera preferido visitar a mi dentista, os lo aseguro".

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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