Siete ancianos siguen graves por el incendio de una residencia

VIENE DE LA PÁGINA 1Fuentes de la Gerencia Municipal de Urbanismo afirman que ese departamento municipal decidió en julio pasado ordenar el cese de actividad de la residencia, que abrió sus puertas hace tres años. Los técnicos de Gerencia propusieron esa medida (previa a la clausura del local) tras comprobar que la residencia no había resuelto los incumplimientos de la normativa de Protección Civil que le habían señalado los inspectores municipales. Sin embargo, no especificaron en qué consistían los informes negativos de Protección Civil. Según el jefe de personal de la residencia, Antonio Berlanga, la última inspección de ese departamento sólo hizo hincapié en la mala ubicación de los cubos de basura.

La orden de cese de actividad no se ha cursado aún, según las fuentes citadas, porque falta la firma del gerente de Urbanismo, Pedro Areitio, que se encuentra de vacaciones. Las mismas fuentes señalan que la residencia Santa Eugenia, propiedad de Levante Centro (abierta en abril de 1991), recibió en abril de 1992 otra orden de cese de actividad por carecer de las licencias de actividad e instalación y funcionamiento (que todavía no se le han concedido, de ahí que se proceda a ordenar el cese de la actividad). Un año después se denegaron las licencias.

Salidas

La residencia, de tres plantas, posee una escalera principal en el centro -que divide al edificio en dos sectores- y una de emergencia en cada ala. Esta configuración permite que, en caso de evacuación, los residentes dispongan de dos salidas para huir.

Estas medidas de seguridad van más allá de lo exigido, según los bomberos. Asimismo, los planes de evacuación y emergencia presentados por la residencia el pasado 19 de enero han sido aceptados por el departamento de Prevención de Incendios del Ayuntamiento.

Esta sección municipal inspeccionó la residencia el pasado 21 de enero. La investigación destapó varias deficiencias, como la falta de ventilación natural en el garaje, en vestíbulos y en la escalera interior, así como una zona de almacenamiento indebido y la carencia de una acometida de agua específica para las bocas de incendio.

"Ninguna de las deficiencias era grave", afirmó ayer el jefe en funciones de Prevención de Incendios, Juan José Paz. El 21 de julio, una segunda inspección certificó que las deficiencias habían sido subsanadas. "Precisamente, el día anterior al incendio acudió un técnico de la empresa para contrastar la validez de los documentos que iba a aportar", añadió Paz. Miguel Ángel Martín, gerente de la residencia, ha indicado: "Cumplimos todos los requisitos en cuanto a la solicitud de las licencias de apertura y actividad del Ayuntamiento".

Prácticamente la totalidad de los 200 residentes evacuados en la noche del miércoles volvieron ayer al edificio. Los siete ancianos graves se quedaron en el hospital Gregorio Marañón y en la residencia sanitaria de La Paz. En el Gregorio Marañón están Consuelo Sanz Vázquez, de 90 años; Manuela Torre Sanz, de 70; Modesta Martín Retortillo, de 90 años; Ángel Pidal y Bernaldo de Quirós, de 70 años, Ventura Ibáñez Gutiérrez y Josefa Avilés. Los tres primeros permanecen en observación en el servicio de urgencias. Josefa Avilés, cuyo estado es el más preocupante, está ingresada en la unidad de reanimación.

En La Paz, también grave, se encuentra Carmen del Campo, con síndrome de inhalación y quemaduras en un 4% del cuerpo. Hay otra anciana, Emilia Rodríguez Díez, que sigue ingresada, con pronóstico reservado por una angina de pecho, en el hospital de la Princesa.

Información elaborada por Begoña Aguirre, Lucía Enguita, Jan Martínez Ahrens y Lara Otero.