El ahorro de las familias no llegará a los niveles de 1993.

El ahorro de las familias españolas aumentó espectacularmente el año pasado sin que en ello mediaran incentivos fiscales ni aumentos de la rentabilidad de los activos. Todo lo contrario, caían los tipos de interés y la fiscalidad del ahorro sufrió el trato tradicional pero funcionó "el motivo precaución". El informe del Banco de España destaca el incremento del paro como principal incentivo al ahorro durante el pasado año y pronostica que éste será inferior en el presente año.La fortaleza del ahorro tiene su cara inversa en una clara debilidad del consumo, del que ahora se espera una pronta recuperación. Es más, el informe del banco emisor pronostica que parte de la mejora del consumo que es posible este año se apoyará "en las elevadas tasas de ahorro registradas durante el año pasado", toda vez que la moderación salarial está recortando la renta disponible de las familias.

Esta lenta recuperación del consumo y moderado freno del ahorro se traslada a las peticiones de crédito a las instituciones financieras. Según los datos que facilitó ayer el banco emisor sobre la evolución de la cantidad del dinero en circulación y la evolución del crédito a familias y empresas, este último registró un avance en julio del 6,5%. El aumento del crédito del 6,5% en tasa intermensual anualizada mantiene la mejora iniciada este año, ya que "la expansión en lo que va de año es del 3,1%". Es decir, el crecimiento de la petición de créditos del mes pesado duplica a la media del año.

La cantidad de dinero en circulación -tal como la miden los ALP- también ha crecido mucho más rápido en julio que la media del año. La tasa acumulada de crecimiento de los ALP (activos líquidos en manos del público) de los siete meses es del 4,8%, y la de julio del 8,5%.