Destino: Sres. de Diego. Remite: Matrimonio Morales. Cancún.
Dos pelícanos sobrevuelan las aguas azules del Caribe. En la costa, un viejo pescador repara las redes.
"Queridos padres... y ¡suegros! Perico y yo todavía no nos hacemos a la idea de estar casados. Si, por la postal, os pensáis que vivimos una luna de miel de película, iros quitando la idea. Perico está frito por los mosquitos y yo en la cama con colitis. Por lo demás, nada más llegar, nos soplaron veinte mil pelas de suplemento por minibar y televisión. Para tranquilizarnos, nos han dicho que la sauna entra gratis en el paquete de la agencia. Ya veis, estoy yo como para meterme.El vuelo charter fue una odisea. Sólo les faltó pedirnos que sacáramos los brazos por la ventanilla y los agitáramos como alas. El coche que alquilamos nos dejó tirados al lado de las ruinas de "chichenichá" (o como se diga). Para cuando llegó la grúa ya le había salido vegetación en las alfombrillas. Nos dijeron que nos daban otro, pero llevamos ya dos días con el 'ahorititita mismo les llega el carro'.
Tenemos ganas de volver y cotillear cosas de la boda. Por cierto que: ¡Aurelita se estiró! Nos dio un paquete con una funda de goma para el mando a distancia y un sacacorchos. Os lo digo porque, para la boda de Jose, casi que ni la invitéis. El tío Pepe, como siempre, dijo que se había dejado el regalo en el coche. Debe tener el maletero a estallar. Sólo a mí, me debe el de la primera comunión, quince de los últimos cumpleaños y unos seis o siete de reyes magos.
Si sobrevivimos llegaremos el domingo. A ver si para entonces nos tienen pintado el piso, que ésa es otra. Somos muy felices.
Lo que queda de Perico os manda un abrazo. Besos: Miriam".
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