"Ataca ahora o te arrepentirás toda tu vida"
El grito que lanzó Masana el año pasado, bandera del equipo español
La recolecta de medallas ha de comenzar hoy mismo. Ésa es la consigna que han recibido los 60 atletas que componen el equipo español a los Europeos. José María Odriozola, presidente de la federación española, los arengó ayer en este sentido. Se persigue un triunfo clamoroso y la clave para conseguirlo está en el primer día. Todos están de acuerdo: si los campeonatos comienzan bien, habrá lluvia de medallas. Las maratonianas y los corredores de 10.000 metros asumen el primer compromiso; además, los tres de 1.500 han de conseguir el paso a la final.Las maratonianas españolas se encontraron el año pasado que se podían codear con cualquiera, a excepción de las chinas; los fondistas españoles, que empezaban a quitar africanos y ellos estaban entre los primeros. Ha llegado la gran ocasión: sin kenianos, etíopes, marroquíes o de Burundi, sin americanos y sin chinas, la gloria espera. Mas para ello hay que competir con convicción y raza. Es fácil ser el primer blanco cuando delante van ocho negros, pero no, en cambio, ser el primero en una carrera de blancos, porque para ello hay que tomar iniciativas a las que no se está acostumbrado. Decidir el momento del ataque, no temer el fracaso si la opción elegida es mala, conocer el dolor que produce la salida del ácido láctico de un músculo que ya no puede contraerse más deprisa o experimentar lo que es, la agonía cuando en los pulmones ya no entra más aire es lo que Odriozola ha pedido a sus atletas. Porque el triunfo es cuestión más veces de decisión que de capacidad. "Ataca ahora o te arrepentirás toda tu vida", le gritó Valentín Masana a Encarna Granados cuando iba cuarta el año pasado en los Mundiales de Stuttgart. Encarna, que creía ir al límite por la extenuación que la atenazaba, cerró los ojos, apretó los puños, inhaló con un suspiro el último miligramo de aire que le cabía y aceptó la apuesta. La ganó. Este año, si no reedita aquel éxito, no será por ganas, sino porque su estado de forma no es el mismo que en 1993. Ese mismo grito se ha convertido en el estandarte del equipo español porque la ocasión es única: quien quiera, podrá. Precedentes hay, de ello analizando las últimas actuaciones.
María Luisa Muñoz, Mónica Pont y Rocío Ríos cruzaron la meta con dos minutos de diferencia el año pasado en la Copa del Mundo de maratón. Fueron quinta, sexta y séptima, respectivamente. Por delante, las chinas.; por detrás, las rusas, las inglesas, las italianas, las francesas, las portuguesas... Pero igual que la ambición con que compitieron las maratonianas españolas en la Copa del Mundo las condujo a unos resultados sorprendentes, hoy puede, suceder lo mismo. No está Mónica Pont, lesionada, pero sí sus compañeras, además de Ana Isabel Alonso y Josefa Cruz. En la final directa de 10.000 metros ocurre algo parecido. Tomando como referencia la máxima competición del año pasado, los Mundiales de Stuttgart, el podio lo coparon los africanos. A los Europeos llega Antonio Serrano con la tercera mejor marca de todos los participantes, después de los portugueses. "Es un dato que te motiva, pero la realidad es que los tiempos en las, pruebas de larga distancia son engañosos. Hay grandes atletas que se presentan con marcas muy malas, pero porque se han estado reservando o, simplementé, no han cogido ninguna carrera rápida", manifiesta Serrano. Sin embargo, las aspiraciones de Serrano llegan hasta el mismo podio, como él mismo reconoce, así como las de Carlos de la Torre y Abel Antón. Los dos primeros, si la carrera transcurre a buen ritmo, por debajo de los 28 minutos, tienen opciones a medalla.
Los restantes atletas españoles participantes en la primera jornada de los campeonatos, 12 más, lo harán en las pruebas eliminatorias para alcanzar sus respectivas finales. Los tres de 1.500 metros, Fermín Cacho, Isaac Viciosa y Manuel Pancorbo, compiten con altísimas posibilidades de conseguirlo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.