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Una avería en el Rally de Nueva Zelanda deja a Sainz sin margen de error en el Mundial

Una avería en la primera etapa del Rally de Nueva Zelanda ha comprometido las posibilidades de Carlos Sainz (Subaru) de ser campeón del mundo por tercera vez. No le queda margen de error al piloto español en las tres carreras que restan de campeonato. Sainz se vio obligado a abandonar una prueba en la que partía como favorito cuando apenas se habían recorrido los primeros 30 kilómetros. En el momento de la retirada, en el quinto tramo cronometrado, el madrileño ocupaba el liderato, igualado con uno de su principales rivales, el finlandés Juha Kankkunen (Toyota). Finalizada la jornada inaugural, la clasificación quedó encabezada por el escocés Colin McRae, compañero de Sainz.

Carlos Sainz sufrió ayer el primer revés mecánico como piloto de Subaru. Hasta ahora, su progresión al volante del coche japonés había sido inapelable, culminada con el triunfo en el Rally Acrópolis y el liderato en el Mundial. Por eso afrontaba el Rally de Nueva Zelanda, séptima prueba del campeonato, con fundadas esperanzas de lograr un resultado que confirmara sus posibilidades de conquistar el título.Sin embargo, cuando ya ocupaba el liderato, se produjo la avería. Así la explicó el propio Sainz: "Después del cuarto tramo nos habíamos colocado empatados en cabeza y de repente, antes de llegar a la salida del quinto tramo, el coche ha empezado a fallar. Hemos tomado la salida, pero a unos cinco kilómetros el motor se ha parado definitivamente y no hemos podido volverlo a arrancar. No sabemos exactamente por qué, quizá una válvula o un árbol de levas".

Pendiente de sus rivales

La avería en el motor del Impreza truncó la racha positiva del binomio Sainz-Subaru, que había devuelto al piloto español su papel de protagonista. Ahora queda a la expectativa de lo que hagan sus rivales en el campeonato. Tanto el finés Kankkunen como el otro piloto de Toyota, el francés Didier Auriol, pueden superar al piloto español al frente de la clasificación del mundial. Sainz afrontaba esta séptima carrera del año con cinco puntos de ventaja sobre Auriol y quince sobre Kankkunen, y además, contaba con una ventaja añadida: era el único de los favoritos que podía permitirse algún error. Tenía, pues, un colchón de seguridad,Al final de la temporada, en el Mundial de pilotos sólo cuentan los ocho mejores resultados, sobre diez pruebas. Por eso Sainz gozaba de un margen que ahora ha perdido. Auriol había dejado de sumar puntos en Montecarlo y en el Acrópolis, por culpa de sendos abandonos. Kankkunen, por su parte, no había marcado puntos al retirarse en el Safari y en Argentina.

Éstos errores de sus enemigos permitían a Sainz cometer un fallo más, porque él sólo había dejado de contabilizar un resultado, cuando no participó en el Safari. Ahora ya suma dos rallies sin puntos, como sus rivales. El bicampeón español queda, por tanto, a la expectativa.

"El campeonato ahora está más difícil", comentó tras su abandono el piloto madrileño. "Pero aún hay que esperar los resultados de este rally". Lógicamente, al no sumar aquí estamos obligados a puntuar en todos los rallies que quedan, igual que Auriol y Kankkunen. Después de este rally faltan tres carreras y cada una será fundamental". Las últimas citas del campeonato serán el 1000 Lagos (del 25 al 28 de agosto), San Remo (del 9 al 13 de octubre) y el RAC Rally (del 19 al 23 de noviembre).

Tras la retirada de Sainz, la primera jornada del Rally de Nueva Zelanda continuó, con el duelo entre Subaru, representada por el escocés McRae, y los dos pilotos de Toyota, Auriol y Kankkunen. A partir de ahora el papel de contención de McRae es muy importante para Sainz.

"Necesito que Colin gane para restarles puntos a nuestros rivales en el campeonato", reconoció el todavía líder del mundial. Y el número dos del equipo cumplió los deseos de su jefe, alcanzando el liderato al final de la jornada de ayer. McRae, vencedor de este rally en 1993, aventajó a Kankkunen por 44 segundos y a Auriol por 51.

El resto de pilotos oficiales quedaron más retrasados, por lo que estos tres hombres son los que deberían jugarse la victoria en las dos últimas etapas. La de hoy es la más larga y complicada. Incluye 250 kilómetros divididos en once tramos cronometrados. El otro español en carrera, el santanderino Jesús Puras, líder del grupo N -coches de serie- tampoco ha podido seguir en carrera a causa de una avería, la segunda consecutiva, en el Ford Escort RS Cosworth.

Clasificación

McRae-Ringer (Subaru), 1h 47m 18s; Kankkunen-Grist (Toyota), a 44 segundos; Auriol-Ocelli (Toyota), a 51 s., Vatanen-Pons (Ford), a 1 m 49s; Schwarz-Wicha (Mitsubishi) al m 50s.

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