Un juez condena a pagar indemnización al padre de un niño que manchó un taxi

El juez titular del Juzgado de Primera Instancia número 9 de Madrid ha condenado al padre de un niño que enfermó y vomitó en un taxi a pagar al propietario del vehículo de servicio público 21.626 pesetas.El taxista afectado presentó demanda en mayo de 1993 contra aquel cliente. Entonces relató que cuando trasladaba al demandado y a su hijo de corta edad en el taxi, el pequeño se indispuso y vomitó sobre el asiento y el suelo del vehículo, causándole daños en la tapicería.

En su defensa, el padre del niño alegó que cuando llevaba en brazos a su hijo de corta edad no pudo evitar el repentino vómito y reconoce que manchó ligeramente el asiento.

El hombre también señaló que el conductor del taxi no sólo le negó cualquier tipo de ayuda, con patente olvido del servicio público que estaba prestando el chófer, sino que dejó la carrera y abandonó al padre y al hijo. El niño se encontraba enfermo, según consta en el certificado médico que fue aportado al juzgado por el padre de la criatura.

El juez, en la sentencia, considera que los perjuicios ocasionados al taxista han sido debidamente acreditados y razonables en cuanto a su importe. El chófer dejó el vehículo en un lavado durante 12 horas, ya que se lavó el coche interiormente y se tuvieron que secar los asientos. Por ello perdió todo el día de trabajo, alegó el conductor del autotaxi ante el juez.

El padre del niño enfermo presentó después un recurso contra la sentencia dictada por el juzgado de Instrucción número 9, que le obliga a pagar la cantidad solicitada por el taxista y las costas del procedimiento.

Pero la solicitud del padre demandado fue rechazada por el mismo juez mediante una providencia, al considerar que el procedimiento no era susceptible de recurso alguno por ser, en opinión del juez, un asunto de menor cuantía.