Aunar esfuerzos

Ante los incendios forestales que asuelan el país y han causado ya 13 víctimas en dos días parece resultar totalmente ineficiente el sistema actual de transferencia a las comunidades autónomas de esas competencias. Lo sucedido año tras año es un auténtico desastre nacional que supera ampliamente el margen de lo autonómico, y que hasta ha despertado la preocupación de la Corona. Urge la convocatoria inmediata de una cumbre de las autonomías para la puesta en común de las experiencias de lucha contra el fuego (Galicia ha conseguido unos éxitos impresionantes) y la utilización en conjunto de los medios de extinción de que disponen, antes que pedir aviones a otros países.Por parte del Estado debería establecerse un plan de emergencia nacional, como ante riadas o terremotos, movilizando todos los medios económicos y humanos disponibles (incluidas fuerzas armadas, parados u objetores) para la extinción, limpieza de los montes e inmediata regeneración de las zonas quemadas.

España va camino de convertirse en un desierto. ¿Quién se encarga mientras tanto de mantener los montes en debido estado para que no estallen como bombas ante la menor chispa, o de estudiar cuáles son las especies más adecuadas de árboles o matorrales para repoblar? ¿Para cuándo las condenas ejemplares a los incendiarios?

Puesto que hay montes que gracias al aprovechamiento de los mismos por sus respectivos ayuntamientos nunca se incendian (pinares sorianos y burgaleses en la sierra de la Demanda), ¿por qué no se transfiere esa titularidad en los montes públicos a las instituciones locales en que se implantan, haciéndolas partícipes en su conservación? ¿Por qué no se aúnan esfuerzos prescindiendo de banderas e ideologías, pues el problema afecta a todas las comunidades?.-