El KeIme ama la raza

Los resultados que está consiguiendo el Kelme, un equipo que fue invitado al Tour cuando se cerraba la inscripción,son sorprendentes. Es de los más modestos del pelotón (230 millones frente a 1.500 del Banesto) y, pese a ello, a sus corredores se les ve más que a los de otras formaciones más poderosas. Cubino ganó una etapa en el Giro, Cabello ya lo ha hecho en el Tour y Edo anda metido en todos los sprints. Álvaro Pino, su director, dice que "todo es cuestión de pelotas, porque esto es como el fútbol, si no tienes jugadores de calidad, o le echas furia o no sobrevives".Este planteamiento permite recuperar el ciclismo de otra época, donde no había más tácticas que la del ataque. Pino.reúne todas las mañanas a sus corredores, después del desayuno, y les imparte una teórica de las antiguas:. "Te néis que estar a todas, ¿eh? a todas. Prefiero que alguien llegue a veinte minutos des pués de haber trabajado bien, que lo haga sin sudar, escondido en el pelotón. En cuanto haya posibilidad hay que me terse en la escapada; si se llega en pelotón, a tirar entonces de Edo, aunque no os lo pida, que tenga siempre una rueda que le lance en el sprint".

La agresividad que transmite Pino forma parte de la propia personalidad que ya tenía como corredor, pero también forzado por las características de sus corredores: "Suplen la calidad que les falta con un derroche de casta, son ambiciosos por tanto, y se meten en todas las escapadas que pueden. Otra cosa es que las rematen, como Cabello el miércoles. Si en el equipo estuviera Induráin o Rominger, los objetivos serían distintos y el planteamiento, seguro que más conservador, aunque no hasta el extremo de maniatar a todos los hombres en torno al líder".

En el Kelme quien tiene los galones es Cubino. "No vale cualquier para mandar", dice Pino. "Es difícil encontrar corredores con carácter y hacer que sus compañeros trabajen para él". Pero en un momento determinado se pueden invertir los papeles, en cuanto alguien vea la posibilidad de escaparse, como hizo Cabello el miércoles. Y al final de la etapa, si hay llegada en pelotón, el mando pasa a Edo.

Pino califica de "victorias a precio de oro" las conseguidas por sus corredores en las grandes vueltas: "Ganar ahora es mucho más complicado que cuando corria yo, porque son carreras maniatadas. Todo el mundo está controlado, unos por el equipo del líder y otros por los que tienen sprinters, así que hay que intentarlo muchas veces para que salga una bien. No estamos en el Tour de meros acompañantes, seguiremos dando que hablar en cuanto llegue la montaña, si no para ganar, porque allí los intereses van a ser tremendos, sí al menos porque se nos verá".