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Un año de prisión para un franciscano que no quiso ir a la mili ni cumplir la prestación

Aurora Intxausti

El fraile franciscano José Ramón Urcelay Ceberio, de 28 años, ha sido condenado en San Sebastián a un año de prisión menor por negarse a cumplir el Servicio Militar y la prestación social sustitutoria (PSS). El condenado trabaja con enfermos de sida y ha prestado servicios anteriormente en un centro de leprosos y en un hospital psiquiátrico. En la sentencia, la primera que se dicta en España contra un religioso insumiso, el magistrado José Antonio Patrocinio Polo expresa su propia oposición a los ejércitos, pero rechaza "el estado de necesidad" alegado por el fraile, ya que, según queda reflejado en el fallo, el acusado fue el que provocó esa situación al no ejercitar legalmente el derecho a la objeción de conciencia.Urcelay Ceberio basaba su insumisión era su deseo de no colaborar con ningún ejército ni realizar la PSS, por ser una alternativa al Servicio Militar. El magistrado que ha dictado la sentencia condenatoria asegura, no obstante, que "asume plenamente" la oposición del franciscano a los ejércitos, pero recuerda al acusado que pudo haberse hecho objetor de conciencia y advierte que "no cabe enfrentar sentimientos individuales de conciencia con valores sociales, porque éstos predominan sobre aquéllos".

El juez considera que el imperativo de conciencia no puede anular el imperativo legal, ya que "ello representaría un ataque directo contra la misma línea de flotación del Estado democrático".

El juez replica en la sentencia a una de las afirmaciones de la defensa, que tachó la vista oral de juicio político, "olvidando, tal vez, que juicios políticos pudieron existir en épocas pasadas y respecto de los cuales la Iglesia tuvo un cierto protagonismo".

El juez dicta la condena de un ano de prisión menor, "independientemente de que pueda considerar desacertada la ley", porque estima que en el caso del franciscano José Ramón Urcalay Ceberio concurren todos los elementos exigidos para el delito de negarse a realizar el servicio militar, ya que, tras ser declarado útil y ser llamado a filas el 25 de noviembre de 1991, se negó a cumplirlo "con conciencia y voluntad".

El religioso trabaja con enfermos de sida en Pamplona, ha estado con leprosos en Trillo (Guadalajara) y ha prestado servicios en un centro psiquiátrico de Elizondo (Navarra).

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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