La protesta en bicicleta llega hasta Moncloa
El prólogo del Tour se corrió ayer en Madrid. Los vehículos de cuatro ruedas tuvieron que plegarse a la marcha impuesta por un pelotón de más de 500 ciclistas, que protestaban como mejor saben, sobre la bici, por los continuos accidentes que sufren cuando circulan por carretera. La etapa concluyó en las puertas del palacio de la Moncloa, donde una representación de los congregados se entrevistó con los directores generales de Tráfico y de Carreteras.
Rogelio Hernández, presidente de la Federación Madrileña de Ciclismo, indicó que los responsables de Transportes habían escuchado sus peticiones, además de comentar proyectos para el futuro. Uno de ellos consiste en construir vías para que los ciclistas puedan bordear puntos negros, como son los distribuidores de la M-30, M-40 y M-50. Otro de los compromisos que recordaron ayer los aficionados es la construcción de un carril para bicis en la carretera de Colmenar.Los deportistas entregaron a los representantes de la Administración una lista con 10 reivindicaciones, entre las cuales destacan la exigencia de que se limpien "más a menudo" los arcenes, la adecuación de las incorporaciones a las carrete ras, la creación de un carril-bici que atraviese de norte a sur las ciudades, o la concienciación de los alumnos en las autoescuelas, sobre las medidas que deben adoptar cuando se encuentren a un ciclista en ruta. Todo ello, con un objetivo: "Respetar al más débil".
La peculiar prueba ciclista, que contó con la presencia de los corredores Eduardo Chozas, Jesús Rodríguez Magro, Eleuterio Anguita y Félix García, así como del alcalde de San Sebastián de los Reyes (55.000 habitantes), comenzó a las diez de la mañana en el velódromo de este municipio, después de que se descubriera una placa en homenaje a Eduardo López, promesa local fallecida el 7 de junio al ser arrollado por una furgoneta, cuando entrenaba en la carretera de El Goloso
El pelotón transitó por el barrio de Fuencarral, la carretera de Colmenar, el monte de El Pardo y la M-40, y llegó a mediodía a La Moncloa.
La cara de David Catalán no reflejaba ayer cansancio, pero sí tristeza. Este joven de 17 años rodaba con Eduardo López cuando les embistió la furgoneta. Él pudo salvarse arrojándose a la cuneta.
Roberto Hernández, del Real Veloclub Portillo, y Francisco del Río, del Club Proakis de Fuenlabrada, daban fe de los peligros que corren. El primero permaneció hospitalizado más de 15 días tras chocar con un vehículo parado incorrectamente en el arcén en una curva. A Francisco, el latigazo de aire del paso de un camión le arrojó a la cuneta.
A Isidro Durán, aficionado a las dos ruedas, le vencía la desconfianza: "Tenemos asumido que los otros vehículos no van a respetamos nunca".
Para ser Induráin...
Coincidiendo con el Tour de Francia, la Dirección General de Tráfico inicia una campaña en radio dirigida a los conductores para acostumbrarles a respetar a los ciclistas. La cuña radiofónica pondrá como ejemplo al campeón español Miguel Induráin, y recordará las horas de entrenamiento que ha tenido que dedicar rodando por carretera para alcanzar el puesto que ahora ocupa.Alguno de los ciclistas congregados aseguraba que si Miguel hubiese sido madrileño no habría llegado hasta donde está, por la imposibilidad de entrenar con tranquilidad en las carreteras de la Comunidad de Madrid. El mayor peligro radica en la actitud de los automovilistas, quienes no respetan, en la mayoría de los casos, el metro y medio de separación que deben guardar en los adelantamientos a ciclistas.
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