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Entrevista:MUNDIAL 94

"Su religión no afecta al trabajo del equipo"

Este argentino de 53 años, antecesor de Jorge Valdano en el Tenerife y veterano del Mundial de 1966, está triunfando por donde menos lo esperaba. A través de la meritoria campaña de Arabia audí.Pregunta. ¿Hace falta repartir monedas entre la selección de los petrodólares?

Respuesta. Eso de las primas es un mito. El fútbol de Arabia sigue siendo aficionado. Diría que sus jugadores son los que menos cobran en este Mundial. No tengo todos los datos, pero la selección argentina, por ejemplo, cobra 20 veces más. Veinte veces.

P. Pero usted...

R. Acepté este trabajo porque el Rey de Arabia habló con Carlos Menem [presidente de Argentina] y éste me recomendó. No conocía a Menem antes. Le conocí después de su recomendación, y por eso le dediqué nuestra victoria sobre Marruecos. Yo no trabajaba, y se trata de un Mundial que es importante vivirlo dentro. La experiencia que se puede ganar es importante. La recomendación del presidente era otra obligación más, pero a mí me agradó. Vino conmigo mi hermano Eduardo Miguel y mi hijo Jorge para colaborar en la preparación del equipo, junto con el hijo de Artime, Javier. Mi hermano trabajaba en Estudiantes de La Plata y tuvo que rescindir contrato para venir. Ya trabajamos juntos en Colombia; hablamos de fútbol y, tratándose de un contrato corto con una plantilla de 30 futbolistas, era importante llegar con un grupo homogéneo de trabajo para dividir el plantel y realizar trabajos específicos. Ya ve que ha sido un trabajo de media familia.

P. ¿Antes de aceptar, habló con los dos técnicos cesados, Cándido y Beenhakker?

R. No, y ya sé por dónde va la pregunta. Nosotros ponemos las normas en la cancha, en el vestuario y en la concentración. El día que alguien quiera hacer el equipo, renunciamos. Eso sí, hablo con el Príncipe y tiene todo el derecho a interesarse por la selección. Pero sigo pensando que resulta más difícil trabajar en Suramérica. El dirigente, como es de paso, no tiene mucho respeto a los técnicos. Quiere interferir, quiere tomar decisiones, quiere hacerlo todo.

P. Ha tenido más tiempo para preparar su selección que varios técnicos europeos...

R. Estuvimos tan sólo 20 días en Arabia. Después, un mes en Francia y un mes en EE UU.

P. ¡Dos meses lejos de casa, y los europeos gritan al cielo si pasan una semana sin ver a mujeres y novias!

R. Parece que no es problema para ellos. Es una cultura distinta ya que a la mujer sólo la ven la cara el marido y los hijos. Ni siquiera el cuñado. Pueden tener hasta cuatro mujeres. Por eso algunos hombres tienen 15 o 20 hijos. Pero la larga ausencia no les crea problemas. Además, aquí no pueden tener relación alguna. La religión no se lo permite. Bueno, yo soy católico y nuestra religión tampoco nos lo permite. Pero ellos son más creyentes.

P. ¿Interfiere con el trabajo?

R. No, para nada. Hacen cinco rezos por día, pero son de unos diez minutos y no coinciden con los entrenamientos. Lo que influye mucho más es la gran diferencia de costumbres, de clima y de alimentación.

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