Carlos de Inglaterra cree que llegará a rey cuando ya sea un viejo al que nada importe

El divorcio no entra en los planes inmediatos del príncipe de Gales, aunque sí convertirse algún día en rey de los británicos, un día seguramente lo bastante lejano como para que no quede huella en él de frustraciones. "Con un poco de suerte", explica Carlos de Inglaterra al periodista Jonathan Dimbleby, "seré tan viejo que ya no me importará nada". Con estas palabras termina el documental de 128 minutos emitido ayer por la cadena de televisión británica ITV, con motivo de celebrarse este año el 25, aniversario de la investidura de Carlos de Inglaterra. Pese a la expectación creada por la propia cadena, las revelaciones más sensacionales del príncipe de Gales eran ya del dominio público antes de que se emitiera el programa.

Carlos de Inglaterra reconoce efectivamente, de manera implícita, haber sido infiel a su esposa Diana una vez tuvo conciencia de que su matrimonio estaba irreparablemente roto. El documental, al margen de ser un largo y laudatorio recorrido por la personalidad de Carlos de Inglaterra, constituye una invectiva sin precedentes contra la prensa, en general, y más concretamente contra la sensacionalista. En múltiples ocasiones a lo largo del programa el príncipe de Gales alude al papel negativo de los medios de comunicación durante su vida y en la ruptura de su matrimonio."Creo que los que se casan con miembros de mi familia deben encontrarlo extraordinariamente dificil, por toda la presión añadida porque, de repente, se encuentran en situaciones para las que no han sido preparados. El estrés y la presión se convierten en algunos casos en algo casi intolerable", dice el heredero de la Corona en un momento de su intervención.

Persecución de fotógrafos

La presión de periodistas, siguiéndole en sus últimas vacaciones en los Alpes suizos o en la residencia familiar de Balmoral en Escocia con sus hijos Guillermo y Enrique, parece haberse convertido en una obsesión para Carlos de Inglaterra. Las lentes de aumento de los fotógrafos capaces de recoger instantáneas a gran distancia está claro que constituyen una de sus pesadillas.Por lo demás, el heredero de la Corona británica aparece ante sus súbditos como un ser amante de la naturaleza, extraordinariamente espiritual, defensor de la pluralidad de culturas y religiones y sumamente preocupado por el futuro de la Humanidad.

En un momento dado del programa, las cámaras recogen la imagen de un príncipe Carlos emocionado hasta las lágrimas mientras suena la música del concierto para dos violines y orquesta de Juan Sebastián Bach, interpretado por la Escuela Yehudi Menuhin en el palacio de Buckingham.

Pero además el príncipe Carlos es retratado como un hombre de Estado. El documental recoge ampliamente un resumen de su visita a México después de producirse su ruptura matrimonial y un viaje posterior a Arabia Saudí.

Las cámaras recogen también la actividad diaria del hijo mayor de la reina Isabel II. Carlos de Inglaterra supervisa la planificación por parte de su oficina privada de sus actos públicos, la mayoría con más de un año de antelación. Carlos de Inglaterra contesta personalmente a una parte de las 2.000 cartas semanales que recibe, en su residencia privada de Highgrove.

El príncipe Carlos fue víctima ayer de un pequeño accidente sin consecuencias al aterrizar su avioneta en las islas Islay, al norte de Escocia, donde se había retirado para huir de la presión periodística desatada durante los úItimos días.