Decidió el 'triángulo del talento'
El triángulo de ataque Guardiola-Caminero-Guerrero tenía breves precedentes en los ensayos realizados ante Chile (2-0), Albania (54) y Canadá (2-0). Ayer debutó de forma oficial en una apuesta por el talento. Concentró menos juego del deseado (34%) y perdió más balones de los esperados (33%), pero decidió el encuentro ante Bolivia.Estos jugadores de gran técnica y visión de juego alcanzaron una menor eficacia estadística que otros jugadores, porque asumieron un gran porcentaje de riesgo en sus acciones. No se limitaron a controlar el balón con pases horizontales o hacia atrás, sino que a la hora de estirar el equipo tuvieron que aceptar la posibilidad de que el contrario interceptase el servicio o perdieran la posesión de la pelota en el intento de desbordar al contrario.
Afrontaron, además, una nueva puesta en escena. Del 5-3-2 ante Corea del Sur y el 3-3-3-1 frente Alemania se pasó a un 4-4-2, en el que el avance del balón se realizaba sin excesivas seguridad, al no tener garantizado el apoyo de los laterales. Lo importante fue que los tres hombres que tuvieron en sus pies la responsabilidad de mover el partido, aprobaron individualmente el trámite y obtuvieron un notable cuando lanzaron el órdago para conseguir los goles que tranquilizasen al equipo.
Caminero culminó dos jugadas de gol, Guerrero protagonizó los lanzamientos más verticales e intencionados del equipo y Guardiola supo marcar un penalti comprometido, lo que no está al alcance de cualquier jugador, como se vio en la última jornada de Liga. En el ataque contaron con el apoyo de Goikoetxea, que afrontó continuamente, y con un buen -porcentaje de aciertos, jugadas muy arriesgadas. Su presencia resultó, por tercera vez, decisiva en las jugadas de gol. Felipe, en cambio, se limitó a acompañar las jugadas de ataque y Julio Salinas, a estropearlas.
El ariete de la selección no tuvo capacidad para realizar un solo remate a puerta, como sucedió igualmente ante Alemania, y sí la extraña habilidad de hacer más faltas que provocarlas. El juego de la selección se estanca a sus pies y por la estrategia que el equipo desarrolla sobre el campo, su función de pivote tampoco está resultando útil.
El centro del campo ha comenzado a funcionar bajo los impulsos alternativos de Guardiola y Caminero, mientras la defensa asegura con efectividad la salida del balón. Lo que falla está delante, donde la selección tenla que ser más incisiva. Consigue goles con facilidad cuando penetra al área combinando desde los extremos (Goikoetxea-Julio Salinas, Caminero-Goikoetxea, Sergi-Caminero y Ferrer-Caminero, más el centro de Goikoetxea que entró y el penalti de Guardiola son los goles marcados por España), pero desperdicia situaciones teóricamente favorables, sobre todo en contraataque cuando entra por el centro. Julio Salinas las desbarata la mayoría de las veces. Ayer, sin arriesgar demasiado cada vez que tuvo el balón en los pies, sumó más errores que aciertos.
De los 22 jugadores que seleccionó Javier Clemente, quedan cuatro por actuar en el Mundial. Lopetegui no lo hará salvo lesión de los dos porteros; quedan Otero, sin sitio por el buen rendimiento que ofrecen los carrileros, y Juanele y Begiristain, dos hombres acostumbrados a sorprender por velocidad a la retaguardia del rival, por lo que cualquiera de ellos complementaría la punta de lanza que necesita el triángulo del talento, invicto en sus actuaciones.
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